Mostrando entradas con la etiqueta bukowski. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bukowski. Mostrar todas las entradas

20120924

Inestabilidad de Pronóstico


"Y vos, porque te pelaste?"


Dicen que dijeron que, uno es más feliz cuando la recta de las cosas/situaciones, va encaminada sin posibilidad de deslizarse por caminos sinuosos. Eso quizá no es tan grave como las pendientes, que cuesta subir, y una vez que alcanzás la cima, el resultado no es tan satisfactorio como se predecía.
Rocosidad, enpantanamiento, rueda pinchada, son todos tecnicismos. Lo peor es la coartada, la encrucijada existencial se sentir la espontaneidad a la implanificación posible de los acontecimientos cotidianos.
Amanece gris, oscuro o soleado. Según como se mira, todas las historias pueden contarse de diferentes puntos de vista.
A mi me gusta pensar en esta etapa de la vida, ingenuamente.
El sentido etimológico de la palabra resalta un concepto bastante "naif" de lo que respecta a la comparación intelectual con terceros, sin embargo podría atribuírsele diferentes opciones a la hora de captar su perfecta esencia. Ser ingenuo es un arma de doble file. Puede encontrarse uno en el dilema de:

A) Sentirse un completo imbécil
B) Ser superficialmente feliz a todas las armaduras sociales
C) Anexar un concepto de idealismo a la vida

Ambigüo o concreto, no forma ningún interés particular en este escritor, sino simplemente la remarcación que los arqueotipos pueden construirse también desde un punto de vista particularmente experimental.
Esta bueno jugarla de diferentes roles a la vez. Tiempo atrás sentías las ganas de cambiar el mundo, tomar el rifle por la fuerza, salir a pelearla, acribillar Corporaciones, Gobiernos, Fascistas, sólo por nombrar algunos sinónimos de estos hijos bastardos.
Te diste cuenta que no era la mejor opción, y por ende terminás haciendo una lista de elecciones.
Un humano sin sueños ni opciones, deja de ser un humano. 
Si esos paradigmas nunca se nos presentan, dejo de creer sinceramente en que la vida no es más que una gama de planeamiento binario. 
Hoy planeo ser ingenuo, creer que tengo control sobre las cosas, que puedo decidir mi destino, ella me ama, no me dejará, existe la fidelidad, no todos usan corazas de hipocresía, y el sol brilla.... mucho, demasiado.

Darle un beso esa tarde en Septiembre, fue sacarse de encima una preocupación superior. Más bien debería adjudicarlo como, definir una nueva ruta de destino (estilo GPS), y creer en muchas herramientas más, que ningún sentido tiene compartir con un lector mediocre.
Los Humanos probablemente encontrarán esto un poco hostil de mi parte, de cualquier manera creo que es la verdadera parte de la moneda, debido a que muchos de ellos, logran alimentarse de los fracasos ajenos, estimulando el trofeo de los errores, la festividad de las metidas de pata, y el ritual a la depresión, o si se quiere, a la desconfianza con uno mismo.
Entérese si quiere (o no también), pues a mi podría importarme mucho menos que los acontecimientos políticos demagógicos en el mundo.
Sentí que estabamos muy conectados. Su cabello es hermoso, sus ojos igual, incluso cuando se delinea prolijamente. A la luz del sol, transforma su color en una especie de rojizo, que aseguro con certeza, logra capturar todas las fibras de interés posible en esa persona.
Le dije muchas cosas, quizá las suficientes para asegurarme que esta vez, no me guarde nada...
Entre Ud y yo, seguramente me he reservado mis deseos más profundos, junto a las emociones más complicadas, por lo que preferiría no emitirlas en esta ocasión. Hay una ley de la cábala personal que obliga a no revelar todo antes de tiempo.
Haciendo honor a mi involución genética-astrológica, debo reconocer que tuve muchos interrogantes al día siguiente.
"¿Fui un buen besador?", "Puso su mano en mí, ¿Eso significa algo?", "¿Fui oportuno? ¿Caballero? ¿Audaz? ¿Soy solo un amante sin futuro, destinado a volar boca en boca, hasta encontrar una lengua amiga?"
O acaso, ¿es mucho más complejo que todo eso? ¿Es esa búsqueda del otro, la que nos hace levantar cabeza y volver a zanjear la calle?
Por supuesto que la resaca de incuestionables respuestas, duró solo un par de horas, de modo que decidí mirar arriba (al cielo) y gritar locuazmente:
"Esta vez, voy a jugármela" 

Espero no me hayan faltado indicaciones del tipo: A quien corresponda; Cordialmente; De mi mayor consideración, entre otras opciones. ¿Tendé mi oportunidad?.....Tendré mi oportunidad.
Elijo hoy, tener opciones, ser ingenuo, y creer que el grito de guerra esta vez, tocó para mi lado.
No hay frontera que pueda romper mis últimas convicciones, mis deseos.



"Y yo: por el asco que da, tu sociedad."

20120922

Lady Evil

Ahí en el Valle Oscuro, camino al Este se encuentra. Dicen que migra al Oeste, y de vez en cuando viaja al Sur incluso también. No sabría explicar bien si su formación es la de un espíritu, o la de una encarnación de la misma Súcubo de las leyendas, pero puedo asegurar con certeza, que caer en su trampa fue la experiencia más rectificadora de todas. Sin sentido lo he pensado, por lo que la conclusión llega de que: Ella es mucho más que eso. Ella es un destello de lo mejor, y un veneno de lo peor. Medusa de los males, Artemisa de la seducción. Cualquiera en mi posición hubiera sido seducido por esos trucos, puesto que casi indescifrables resultan las señales que otros humanos emiten de manera caótica y aleatoria. Topé con el deseo, me encontré sin embargo con el amargor (flúor ácido), una belleza de mujer, una prescripción de la justicia, de la belleza, con un hedonismo de la calaña más bastarda en ese entonces. "Doy gracias que estoy en una buena racha" Eso es clave para entender el funcionamiento de las cosas. La vida es como en los equipos de fútbol, incluso se pueden encontrar enormes similitudes por donde lo mire. Entrás al torneo del nuevo año, con buen equipo, jugadores nuevos, moral en alto, expectante de lo que será la temporada, y ansioso esperás el trofeo de la victoria, saborear la ventaja de ser el mejor en lo que hacés. En la vida, aprendés tus skills de las imperfecciones, errores, situaciones, emociones, y por sobre todo experiencias. Todo es real, nada teórico funciona bien. Salís a la cancha, por ella, por el nuevo trabajo, cambio de vida, acorde musical, lo que fuere! Ahí te ves cara a cara con el destino, luchando por satisfacer tus convicciones y tus deseos, la peleás, sale gol de media cancha (tenés su número), toque y toque a lo veloz, salida mala del arquero y la colgáste en el ángulo izquierdo (ahora llevás 5 meses conociéndola). Cierra el primer tiempo. Tus rivales ni la ven, estás jugando groso, sabés que esta es la tuya, nada puede salir mal, NADA debe salir mal. Hay quienes dicen que los goles se hacen, y sólo se gana jugando. Convicción personal más que cierta, sin embargo no se pueden (deben) negar los factores de lo azaroso y caótico de la existencia. Ni Teoría del Caos, ni fervor evangelista pre-dogmático, simplemente selección del más apto, de lo natural, que por defecto es la imposibilidad del planeamiento sobre lo inconcreto, lo ausente del cha cha cha cotidiano, el tiki-tiki del tomarse las cosas como van fluyendo. Ahí ni los goles suman puntos, pueden darse si son merecidos, como si realmente tienen que suceder. Tu segundo tiempo con ella, va bien. Notás que te volvés un poco menos habilidoso a la hora de marcar, te cuesta un poco defender, la defensa está cansada, posibilidad de desgarro en el inferior izquierdo, pero no importa, está atacando la incertidumbre: hay que hacerle frente. Ambigüedad, ambigüedad de pensar en todo eso. Ambigüedad, de no saber que carajo hay que decir y cuando. Ambigüedad de pensarte un poco mejor que ayer. Ambigüedad, de no ser un inútil que aún no sabe interpretar las señales. Ambigüedad, de la vida, de dudar, tanto pensar, patada en el orto.. y a otra cosa. Capaz la pensás demasiado, vacilás rematando al arco de su corazón (o entrepierna para otros), son complicadas las gambetas.. estás bajando y lo sentís muy adentro, lo ignorás pero tarde o temprano te va tocar. Duro lo que tuvo que durar, esa maldita racha, esa puta racha de suerte, el factor miedo de la inseguridad. Mirás al costado y te faltan jugadores. Menos de medio segundo tiempo, si no asegurás el partido vas al empate, o peor a la derrota. Entra por izquierda, el lateral durmió, centro perfecto al medio, y PUM cabeza-gol de un habilidoso jugador con la frente en alto, menos años, palisandro, buen tipo igual. Te la puso de repente... empate. Pasaron otros 10 minutos, seguís sin jugar mucho, toda la situación te agarró desprevenido, durmieron los delanteros, el DT está perplejo y tus compañeros les faltan seguridad, reacción, tenacidad, preocupación.. El mismo pibito, ni cercano a un Messi, mucho menos un Sulejmani, (reaccionario al menos) corre y corre, no se puede parar, "Demasiado veloz para mi", ahi va miralo como la clava en el palo derecho, de bombazo al arco. Toca el fondo de la esperanza, juegan menos y horrible. No sos Bostero, Canalla menos, Tomba ni en pedo, Gallina olvidate, ¿Cuervo? Ni loco, insecto puede ser, sabés como es eso. La peléas un poco, jugaste mediocre y se acabo el partido. El pibito te metió dos, debutaba esa noche y se le ve mucho futuro. La otra noche me pasó lo mismo. Así como mi amigo lo relató, exactamente. No pude controlar los celos de que rapten a tu futura mujer, o a tu particular interés por esa caballera, esos ojos, esa profundidad espiritual oculta.
Pero no es espiritual en el sentido neto de la palabra, sino una relación con lo más intrínseco que tienen las personalidades, el interés mutuo y la posibilidad de revivirla un toque, a diferencia del ambiente común de siempre. Tiene ese sabor raro la situación.. mucho se ha dicho.. poco se ha tocado, importante resulta pensar que si se dijo todo eso, algo ahí hay. En el momento de la furia, no pensaste mucho en esos detalles, solo te pones maníaco, obsesivo, nocivo, y la careteás de todas las formas posibles para que no se entere de tus observaciones minuciosas. Ustedes dos están ahí, compartiendo el mismo espacio, alejados entre sí por motivos particulares de esa invitación festiva, de hecho por tu lado, estás siendo galán y conociendo a otros individuos humanoides, que no fastidian tu compañía con imbecilidad de la mayoría de los humanos. "A los Lobos Esteparios nunca nos gustó la compañía del humano" - No podría ser más cierto y hoy lo vas aprender como ese buen Harakiri. El pibito que metió los dos goles sobre final del ST, se transformo en un ente humano. ¡Te la jugó rápido por tanto control! Desesperás, la obsesión se vuelve mayor, necesitás comprar un mejor sistema de vigilancia por temor a que llegue el contacto físico no establecido en la fidelidad de dos personas que se "gustan", se "tienen ganas". Por adentro, la sensación abruma.. se vuelve un hedor a lo Naranja Mecánica: "Idiota...[exude]" - No se puede controlar. Es un mal viaje de ácido (de los más oscuros), inverosímil, no pisa lo onírico, sin duda resulta una pataleta al hígado, llagas... por donde las mires.. NO, son demasiadas para apacigüar... Dolor extremo en la parte superior del pecho, pánico, seguido por sudores en el plexo lumbar...incosciencia, se borró todo y lo único en vista es el amague al contacto físico. "Igual...[gasp]" - No es consuelo, esa tirada todavía no está dicha.... Tira sus dados, y finalmente la pesadilla es una realidad: ÉXITO de contacto físico. La situación se da, y una mano sobre su espalda se asoma. Todo es un caos, no hay otra salida, sino que todo empeore. Nada va estar bien, todo va ir muy mal, como en White Rabbit. Los temores se convirtieron en realidad. No se sabe hasta que punto existe esa chispa entre ellos dos, o entre ustedes, sino más bien, el replanteo comienza a jugar sus cartas. De manera obsesiva por supuesto, hipócrita de mi parte sería negarlo, siendo yo un ser tan mentalmente preocupado. Y ahí vez que pasan cosas.. se tocan la nariz, diminutamente y muy al horizonte lejano vez que las posibilidades de un apretón de manos, son algo probables.. el problema que el margen de error por la escasa visibilidad, podría aumentar de 50 a 100%, y no hay certezas de eso. Es conveniente pensar que se tocaron. No ordinariamente se tocaron, peor aún: sólo por cagarme la vida. Ya te chupa todo un huevo, la dualidad se apodero a los sentimientos, el golpe de estado ha llegado. El resto de los días, juro que no recuerdo con martirismo la situación, para nada estimado lector, solamente albergo mis dilemas como usted analizara los suyo después de leer mi personal carta de expresión. Y no creo que me interesa saber si Ud considera que mi historia un poco obceca es, pero le digo que esto no es nada más que cierto, y no debo rendir disculpas por ello. Sin muchos más preámbulos, entrego mis rachas a lo que tengan que ser. Ya no importa si son causalidades o manifestaciones de lo interior del espíritu, pero sólo una cosa sé: la vida es como en el fútbol, hay factores que no pueden pasarse por alto. Si, cuando juegue de visitante, prometo ser mejor. Si, la próxima vez no voy a ser tan fatídico pero mucho menos amigable. Good to know that she's all mine Lovely lady make love all night long Lovely lady never do me wrong I don't wanna leave ya I never wanna leave ya, Anymore no more Lovely lady, mystifying eyes Lovely lady, she don't tell me no lies I know i'll never leave ya I'm never gonna leave ya anymore no more

20120622

Lulu Princessa

Parte II

Lulu Princessa


Corrí y corrí por todo el edificio buscando la habitación en la que había sido destinada mi preciada gema. Era como una adicción espontánea a todas las cosas bellas (y horribles) que aparecen en la vida, sólo un momento de satisfacciones juntas, significaban un cambio bilateral de 365 grados.
La busqué por todos lados. Estaba arrepentido de haber hecho lo que hice, más ya no tenía esperanzas de que ella lo entendiera, al fin y al cabo Lulu era toda una señorita. Era joven, eso podía ver cualquiera, pero en sus escasas dos décadas de vida robaba corazones y almas como una profesional; Hecho que llevó a mi más profunda perdición.
Lulu era de ojos grises, cabello morocho, una piel suave, manos pequeñas con prolongados dedos, uñas pintadas colores rojo-violeta (de acuerdo a su estado de ánimo), labios de tamaño pequeño aunque en el centro superior presentaba una leve carnosidad recurrente. Sus cejas y pestañas hacían una combinación de glamour, mientras que sus orejas bien pronunciadas, aclaraban la oscuridad con aretes dorados, la mayoría de las veces. Su bijouterie era muy sorprendente. Mañanas he visto colgantes y anillos de figuras amorfas, con sus destellos en oro, plata y hasta diamantes de pequeña índole, sin embargo, solía sorprenderme aún más cuando ella (triste y solitaria) decidía no usar ninguna joya extravagante y ser simplemente lo mas natural. Muchas veces cuando estábamos solos, le pedía que me mostrara sus tatuajes, y bajo su espalda perfecta podía ver un ángel y un demonio unidos por una raiz tribal. Bajo estos dos, un fantasma amigable con dos pequeños cuernos, guardaba su derecha contra los invasores.
Ella era magnificaba. Su silencio rodeaba a la presa con un aire de tranquilidad y excitación a tal punto, que la mente se volvía incontrolable y sólo ella era capaz de dominar las emociones.
Sus largas y perfectamente esculpidas piernas, eran lo único a lo cual un hombre en aquel estado podía aferrarse. Era un viaje fantástico, pero demasiado violento para despertar y saber que ella nunca se quedará tu lado, porque no hay nada que puedas hacer para convencerla.
No hay nada que pueda hacer para tenerla, no es posible amarla, ni mucho menos pedirle que sea mi compañera toda la vida; Lulu simplemente es un espíritu demasiado libre.
Su juventud es un gran enemigo. A veces me gustaría que no fuera como la mayoría de las su edad, y le imploro que me deje comprarle un collar de perlas aunque dinero no tenga. Me rechaza a diestra y siniestra, aunque en el fondo se que me entiende, y muchas veces se ha quedado hasta tarde en mi lecho vampírico.
Ahí en esas ocasiones pude contar los lunares de su espalda, mientras apreciaba lo bien que se siente tener una mujer al lado. En repetidas ocasiones me preguntó porque era un lobo estepario, “¿Porque yo?” y de vez en cuando le respondía con lucidez, mientras que la mayor parte del tiempo no supe que responder.
Se que muchas veces después de amanecer juntos, me hace una larga mirada de aproximadamente 10 segundos, y se va.
Pero esa mañana fue la última mirada.

20120621

Lulu Princessa

Parte 1

(La noche anterior…)

Sabés que no me gusta que hagas eso –
Lo siento…. Pensé que antes te gustaba – susurré a su oido
¡ Basta ! Ya no tengo ganas de hacer nada – protestó ella enfadada, empujandome hacia un lado.
Pero aún estoy dentro de mi hora… - contesté con picardía.
No importa, hoy no me siento con ganas de verte, acá tenés tu dinero de nuevo – Protestó solemnemente, tirando el dinero sobre mi. Caminó hacia el baño y procedió a cerrar la puerta violentamente.

Conocía esa mujer como la palma de mi mano. Lulu era en definidas cuentas, la razón por la cual tenía un trabajo, esperando todos los días 28 de cada mes, y tener unas horas a solas con ella, donde me proyectaba hacia un mundo de sensaciones utópicas que ningún ser tan despojado de sus presunciones, podría experimentar a la par. Supongo que esta mariposa lujuriosa era mi escape a las frustraciones, los temores, la insatisfacción general, y el hecho de que mi vida era un estanque, de la peor mierda.
Sí, era un estancamiento de un trabajo mediocre, cuatro relaciones frustradas que terminaron en cuatro planes alimentarios, y mi progenie que nunca pude conocer. Serían mis concubinas quienes, hablado mal de mi habían, puesto que mis retoños solo me enviaban los cheques rebotados de mi patética economía. Claro que mis debilidades solían acompañar mi sobrenombre, y la contra postura de que había prometido tiempo atrás: no volver a tomar.
Menuda reflexión hice antaño, pero de modo casi catártico decidí que un hombre es la sumatoria de su naturaleza bestial, apostando a un sentido más existencial de sus pretensiones sexuales, materiales y mundanas a la corteza de esa puta vida que pasa por encima.
Sea como sea, Lulu era mi escape a la basura, a la escoria y la felicidad en extremo.

Me senté en la cama apoyando mi espalda sobre el respaldo, prendí un cigarrillo de marihuana, apague la luz y me quedé esperando que Lulu saliera del baño. La noche estaba inquieta. Afuera del edificio se escuchaban las persianas traquetear de cuales vejestorios antiguos rondaban en la zona, alarmas de varios fastidiosos ejemplos, gritos quizá de una cartera robada, o el colectivo perdido de las 4 de la mañana en ese Miércoles de Junio.
Mi cumpleaños había pasado ya hace tiempo, pero no conseguía que Lulu recordara tal fecha, de modo que pensando a grandes rasgos, para ella era solo otro más de la presuntuosa agenda.
“¿Por qué no puedo ser el único?” me dije por los adentros. Vacilé un instante y me acerque al baño. Posé mi oído sobre la puerta y escuché como sutilmente caían las gotas del dispositivo donde solía ducharme día por medio. Observé por la mirilla como el vapor condensaba el ambiente, asumiendo que ella entonces se quedaría un tiempo más.
Abrí las cortinas del balcón, dejando entrar la perfecta luz de luna en aquel entonces, luego me dirigí a la heladera y saqué dos cervezas que tanto tiempo para esta ocasión guardado había.
Contento y seguro de mis decisiones, volví a sentarme en la cama, esperando que Lulu terminara sus quehaceres de madrugada. El reloj marcaba las 4:05, y según mis cálculos ya se había cumplido las horas, pero ella mi dinero rechazó con desprecio de modo que en algún punto, si se estaba quedando, era por motivos particulares.
Finalmente descubrí que el cigarrillo su efecto logró, y óptimo en aquel momento resultaba acostarse y dejar fluir la energía.
El tiempo pasó hasta que finalmente la puerta del baño se abrió, dejando salir a la hermosa Lulu.
Su cara simulaba una tristeza, su cuerpo completamente desnudo y mojado por la intensa condensación, captaron mi atención al instante. Me incorporé rápidamente, la miré fijamente a los ojos como perdiéndome en un lapsus sideral, mientras que de a poco comenzó a caminar exquisitamente hacía la exacta posición donde me encontraba. Su humedecido pelo color fuliginoso café, posaba todo su esplendor, acentuado la belleza corporal, recorriendo los omóplatos celestialmente arrogantes, y finalizando en sus precursores senos, que tan amenamente observaban la situación con leve excitación. Algo que nadie nos iba a quitar nunca, era la conexión seductora que ella y yo lográbamos con los años, y sé que en el fondo lo disfrutaba más que con ninguno de todos los otros perdedores que pagaban por sus servicios.
En el fondo la amaba con una pasión vehemente, era capaz de raptarla, llevarla a un castillo y vestirme de caballero para rescatarla, procurando así que ella de mi se enamorase.
Lulu llego hacia mí, se sentó a mi derecha y con su suave mano tocó mi cabello dejando un leve reposo entre nuestros ojos.
Yo sabía que ella triste estaba, y algo muy profundo en su mirada lo decía abiertamente. Tomé su mano y la posé en mi corazón haciéndole sentir el elevado pulso de mi cuerpo y alma. Ella con maravilla se alegró, y me besó irresistiblemente por una ínfima fracción de segundo.
Terminado esto, se levantó, tomó mi cigarrillo de marihuana (ya casi consumido), y posó sobre el ventanal del balcón, dejando que todo el lujo de la Luna descollara el primor de su húngaro cuerpo.
Nos miramos un tiempo bastante largo, hasta que finalmente tragué saliva y modulé:
- Vos sabés Lulu, que yo te…. –
- No lo digas….no ahora… - objetó de manera irremediable
- Se que no querés escucharlo, pero algún día voy a demostrarlo – dije, acercandome de a poco hacía donde ella se encontraba.
- Je Sekve, pero no en este momento… no es justo –
- Quiero que vos y yo formemos una vida juntos.. todo lo que quieras va ser tuyo – escupí verborragicamente
- (puteada en Húngaro), ¡No es justo! ¡No Ahora! (puteada again) – contestó ella, dándome una bofetada fugaz y empujándome fuertemente hasta caer en la cama.
Velozmente e insultando en su idioma natal, saltó hacia mi posición, cayendo sobre mí de manera muy violenta. Tomó mis manos sin dejarme mover, me besó muy sexualmente, mordiendo mi labio y uniendo las lenguas, susurró algo en húngaro y me índico que tener sexo en ese momento era la opción mas factible.
Bajó fogosamente baboseando mi cuello, luego mi pecho, hasta llegar a la entrepierna.
Al cabo de unos instantes, logré sentirme muy excitado por la situación,
haciéndole entender a la joven Lulu, que su ataque de seducción más que
efectivo resultado había. Ella impregno sus labios y muy gradualmente,
comenzó a dilapidar, mientras que yo era proyectado a una galaxia sin
nombre alguno, puesto que su irrelevancia era fascinante. Sentía como
de a momentos, no estaba en mi ser, sino que solo era esclavo de un
alguien, quien dominaba todo mi cuerpo, y solo resignarme a sentir, era la
única opción que quedaba, mientras que Lulu en apenas dos décadas de
vida, exigía de mi lo que nadie nunca pudo. Al cabo de unos minutos,
no pude domarme más, dejé salir todo ocasionando un enorme sonido
de deleite, mientras que ella con los ojos cerrados me cortejaba
en ese gemido de victoria.
Volvió a mi, se acostó sobre mi pecho y con una mano sobre mi mejilla
izquierda, susurró alguna frase en húngaro (la cual nunca pude descifrar),
y nos quedamos dormidos un par de horas. Miré el reloj por última vez, y
su digitalismo marcaba las 5:05.

20091115

Kleines nacht musik

Es complicado ver como todo va sucediendose. En un rayo de ira o dolor las gotas del pasado siempre terminan cayendo en los agujeros y recovecos vacios de aquellas cosas que nunca se concretaron. Tal es asi que la máscara de hoy que protege, puede dispersar el destino en una sensación de melancolía, antes que los ojos del presente se den cuenta que los recuerdos son más importantes por recuerdos que por reflexiones.
Creo poder volver a pensar en esas cosas que antes hacian bien, pero no creo poder olvidar los fantasmas de las cosas que hacen mal. A pesar de vivir, lo esencial es vivir.
Anoche perdi mis fichas cuando entre al bar que menos esperaba volver a pisar. Tornados de humo y lúpulo, lograron convencerme que ni siquiera puedo dominar la dualidad, y que todo pero todo, ocurre por una razón. Como cuando la dejaste a ella por otra mujer que no valió la pena, pero en el momento imaginaste cuanto podría serte útil esta nueva relación. Tiempo después te das cuenta que nunca fue una relación, sino que pensaste con la segunda cabeza, y ni siquiera mereces el lujo de "chuparte un huevo" la situación. Como un idiota accedes a una serie de reflexiones menospreciativas, de catarros interminables y mocos infames, elitistas y groseros (putos para ser exactos), que lo único que hacen es recordarte lo incoherente que sos con tus acciones. Bueno, es esa misma sensación la del bar a las 4 de la mañana, cuando no hay nada que hacer. Por pura curiosidad y mediocridad, decidis ir de cualquier manera, pero no porque te interese, sino porque recurrir al pasado de forma violenta es lo mejor que se puede ocurrir a esa hora. No es mi justificación, pero tampoco es mi inercia de pensar que las llamas se apagan con area, ni mucho menos con cal, o agua, o cualquier cosa que sirva para apagar el fuego. ¡Donde hubo fuego cenizas quedan! escuche decir montones de veces.... y cuanta verdad en una composición tan verborrágica y simbiótica como esa.
"El elitismo de la escritura" se va a titular el primer libro que vas a redactar, porque estas enojado, de haber errado tantas veces. Entre vikingos nos preguntamos, observando las maravillas, con un frio descostillante: ¿Que carajo estamos haciendo mal? ¿Cuál es el sentido de todo esto?
Pero la respuesta permanece difusa, puesto que si lo supieramos no estariamos escribiendo hoy, ni seriamos artistas...
El karma del artista es el de errar, constantemente. Cuando la mejor decisión parece la peor, ahi ya la cagamos. Y cuando la peor decisión parece ser la mejor, ahi también la embarramos, ¿Por que?
"Aprende a incubar tus preguntas" va ser el segundo libro que publicarás, por el simple hecho de que nada apesta, porque te diste cuenta que sos nihilista, y te fumas un porro con una Warsteiner, sabiendo que la realidad material es abstracta y estúpida, mas sentido no tiene. ¿Coger o no coger?
Y ahi llega Denise, en el bar a las 4 de la mañana. Ese horario que marca el principio de una borrachera, o el fin de una noche de mierda. Los dualistas van por la primera mientras que los duelistas optan por una segunda mirada.
Ella te presenta a su novio, despues de no verla por unos repetidos años, ni haber tenido la dignidad de decirle: "Che... no sos vos soy yo, por eso te deje.."
El problema de esa frase, es que sentido alguno no tiene, puesto que un imbecil deberia ser uno para creer tan cuestionable sentencia.
Despues te encontrás con que la juventud mujeril (la cual viste esa noche) tiene otros aspectos, y otras reglas de juego, que resultan complicadisimas de entender, mas que nada porque el tiempo paso por encima y el progreso se llevo todo a un enorme estanque de mierda, y quieras o no a la larga tus acciones flotan en ese lugar.
Lo peor de todo es recordar que el último libro que vas a publicar unos meses antes de tu vida va ser una autobiografía... ¿Y como carajo vas a llenar 500 paginas? ¿Contando absurdas reflexiones mentales sin lógica, pero con una necesidad de mostrarlas al resto por el simple hecho comparativo humano? ¿Acaso merece realmente un humano contar su autobiografia?
Pero sin embargo lo mejor de todo, va ser cuando llegues a las nubes y veas todo desde arriba, riendote a carcajadas, maldiciendo a los humanos que pasan las mismas complicaciones que vos, porque les gusta complicarse la vida.

Aquellos que vieron tu cara, terminaron muertos de miedo. Yo soy a quien escuchan, y soy la máscara que usas. Mi espíritu y tu vos, en uno combinado......

20091031

I don't wanna change the world


I don't a world to change.
Solo quiero chicas con piel descalza y zapatos de verano en primavera.
Quiero tocar la cabeza de margarita con mis dedos fugaces, para experimentar los defectos de querer revivir el pasado con los errores y las codicias del futuro.
Paciencia. Paciencia. Paciencia y dicen que acaba... pero yo sigo escuchando lo mismo.
Pendejas y pendejos me cantan con flautas traversas en el pórtico de mi cama, y yo con garrote en mano y el verde atragantado, escupo sus cabelleras, buscando una simbiosis a mi nueva vida nómade.
No quiero una chica que no tome la botella por su principal recipiente. Quiero una chica que vomite la cerveza pero con un gusto mejor que una hamburguesa imperialista.
No quiero un amor que dure para siempre. Quiero relaciones interminables de pequeños amorios comestibles, para despues queden por siempre en las memorias de mis estomagos.
No quiero vivir de la mujer del pasado, pero quiero vivir de la mujer del futuro.
No quiero vencer a los demonios de mis cofradias, puesto que sin ellos no complementaria el géminis que traga mi benevolencia.
Quiero esa chica de ojos claros, pelo oscuro, y su timidez clásica... pero no se como conseguir que juegue a la batalla naval conmigo, para sacrificar sus emociones e hundir el crucero de mi delirio.
Quiero ver el sol con los ojos cegados. No quiero ver el sol con los ojos abiertos.
No quiero esperar un instante de hilaje fino, porque su rol no juega las cartas suficentes para convencerme de su modo propicio.
No quiero chicas sin etiqueta de cerveza, quiero cerveza con forma de chica.
Puedo jurar que vi la luz. Vi la luz de mi dejada decepción en un sabado a las 2:00 de la mañana, despues de jugar al poker con el Diablo y su hermana. Me salieron como el culo las cartas, pero me quedo contento porque mi alma no está en precio. Compré un hechizo de amor para castearlo en la mujer de ojos oscuros, cuya juventud me defeca la mente, al pensar que el vejestorio de hoy en otros tiempos, hubiese podido con Troya.
Pero por otro lado se, que haga lo que haga, que me comporte como me comporte, que aunque me orine encima y mis gotas salgan sudadas de la heroina que produce el extraño enamoramiento de seres, va ser el fruto de la pasión, la semilla de la potencia máxima, donde nuestras intenciones van a ser verdaderas y no las del imbécil que saca fotos con un cigarrillo atragantado.
Envidio el destino, por haberme distanciado. Pero agradezco la causalidad por haberme encontrado con ella.
No quiero quedarme en la interperie con una manta de color rojo, sangre de titanes y mutantes que lucharon para romper las cadenas de mi abandono personal.
Quiero conocerla en la playa, o en el mar. Quiero tomarla de la mano y esconderme en sus uñas.
No quiero pensar sin esperanza, porque; ¿La esperanza es lo último que se pierde?

20080928

Pequeña aprendiz (2da parte)




Ya no me escribas más que me desespera.
Me gustaría mirarte a los ojos y decirte que va estar todo bien, o que voy a poder llegar a vos, y en vos.
Que voy a ser un tipo rudo y fuerte, que va satisfacer todas tus necesidades, y mientras vos me mirás desde la cama con ese vestido rojo,
esas trenzas y un dulce en tu boca.
Ese dulce, pico dulce, que sabes, es tu mejor amigo, porque somos insuficientes el uno con el otro, y yo no puedo llegar a vos. Estás del otro lado de la pantalla, y por más que intente tocarte no me va ser fácil acribillar todas mis fantasías, taparte la boca para que no grites los estereotipos, morderte un labio para no escuchar balbuceos, tocar tu pelo para que no te sientas hermosa, quitarte una hebilla de mariposa color naranja junto a ese moño tan suculento que lleva tu cabellera lacia, para que así no te sientas atada ni ridícula.
Me gustaría atarte de pies a cabeza, para que valores tu libertad emocional y no sientas
violadas tus necesidades, me gustaría quitarte la mano que reposa en tu pecho virgen, junto a ese anillo faldero que bien defiende lo más egocéntrico de tu colorada alma.
Sos sangre pura. Si te toco, me voy adentro. Si voy dentro tuyo como un inexperto, corro
el riesgo de que me rechaces, y de no volver nunca más a tu isla, a tu templo fugaz, a tus
carnes ni tus dulces.
Sería genial poder escuchar discos juntos, chocar las copas de vino tinto, pero tu boca todavía no esta preparada, ni tu belleza tampoco, puesto que sino hoy estaría dentro de tus sábanas y no desde esta prisión de caramelo.
Almíbar estilo aceite petróleo con toques de nicotina, palacios verdes florados, con hadas lesbianas y abejas seductoras que crean tu cuerpo una y otra vez, cada vez más así sembrando la seducción de tu mirada celeste fluorescente, de tu pelo, látigo baboso color mandarina, fuego de fuegos, aplanadora existencia que sustenta mis días de higo y manteca rancia hasta que abras tus portales de carne y amor.
Creo en el amor, en el sexo, en tus cabellos, en la cerveza, en tus ojos divinos, en el demonio, en tus llamas, tus pies diminutos, tus piernas eclesiásticas y tu neutralidad frente a mi. Tu antítesis, tu espejo deforme, que te muestra lo que nunca captarías si tuvieras poder de elección. Tu raza es excepcional, la mía experimental.
Tu santidad-virgo es un paso al inframundo del entierro espiritual, pero como me gusta pensar que soy el único y el primero en andar revoloteando a tu lado.
Si te viera malabarear me descompondría muchísimo, puesto que soy alérgico a verte hacer cosas bonitas, aunque me vea como un imbécil, y mientras cruzo Córdoba casi me arrolla el 109. Me gusta tu juventud, porque yo viví la mía, pero igual te envidio, porque sos bonita y quiero meterme en vos.
No voy a decirte que no soy un idiota, porque de eso vivimos todos, pero se que soy un idiota con una ampolla terrible en el dedo índice derecho, y además tengo una creencia en mi mismo que te puede deslumbrar.
Así como vos y tu firmeza a no dejarme entrar ni hoy ni nunca, porque sos hermosa, porque caminas excelente, porque fumas un cigarrillo como si deleitaras los vicios, porque te tocás el pelo de manera escrupulosa pero sin remordimientos, porque te tocás y yo me siento hipnotizado, dispuesto a volverme skinhead si así lo quisieras.
Se que nos llevamos casi seis años de muchísimas militancias, con los comunistas, con los troskos, con los reformistas, los peronistas, los anarquistas y los hippies dragones.
Pero no puedo sentirme de otra manera, más estúpido, menos audaz, más esquizofrénico, y muchísimo más autómata de lo que era antes de conocerte.
Envidio que me trates así con indiferencia, pero sabés que me fascina el lunar en tu mejilla derecha. Tan cerca de tus labios, de tu pequeña boca, un manantial perfecto para embadurnar con crema chantilly y chocolate blanco.
Y así debe haber más de mil billones de motivos por los cuales no querés estar conmigo,
debés tener más de ciento cincuenta afirmaciones de tus padres por las cuales soy ante tus ojos un alcohólico, también tu mejor amiga (quien es mucho más fea que vos) te debe haber dado una razón por la cual no darme una oportunidad.
Se que no te entiendo, pero en el fondo te entiendo perfectamente. Si me pongo en tus uñas, trataría de poder crearte una infección sentimental, así después puedo jugar al doctor un rato, y mostrarte el lado más rescatable, más responsable y más aburrido de mis personalidades.
Nunca me había fijado que tus atributos físicos eran tan idealizables.
Ahora que estoy aprendiendo escultura, te haría una replica exacta de tus tetas, de tus culos, de tus soberbias piernas, de tus cristalinas ideologías, de tus ombligos antipelusa, de tu pobre y pequeño corazón traicionado por los pocos hombres que conociste. Quizá más tarde me resistiría completamente a enamorarme de mi creación y poder hacerle todas las cosas que quiera, empezando por penetrarla de manera eficaz hasta llevarle el desayuno a la cama, mientras me tomo una cerveza roja. Pero después cuando pasara por la puerta de tu edificio te vería sonriente, y me daría muchísimo cargo de conciencia, así que volvería de manera muy veloz con la bicicleta de lona, a quemar la maldita y endemoniada creación frankenstaniana que hice por vos.
Hoy fui a pegar faso en parque centenario y mientras esperaba al pity me puse a pensar en las cosas que me gustaría hacer con vos.
Vaciar la heladera de casa, sacar la basura, tender la cama, limpiar el baño, ordenar mi
cuarto, comprarme ropa, verme alineado con el mundo, tomar cerveza en menor cantidad, hacerme un tatuaje, acompañarte al cine a ver una nueva de Tim Burton, escuchar juntos a Kusturica, estudiar, recibirme, ser alguien, dejar de escribir, obsesionarme e ir al baño tan seguido en el día. Después me di cuenta que ya había pasado una hora y media, que no tenía faso, ni motivos para que te acerques a mi.
Después de todo me doy cuenta que poco me importa, más que compartir un ratito juntos.
Me doy cuenta que sos lo más hermoso que vi en toda mi vida, y que te quiero mucho.
Ahora también me doy cuenta que tu inocencia está perdida, tu alma, tu espíritu, tu sexo
y tu amor también lo están. Y aunque hayas estado todo este tiempo delante mío, me arrepiento no haberte dicho todo esto cuando me mandaste aquellas fotos.
El cielo para mi ya no tiene color, el tiempo da igual, la cerveza está siempre tibia,
y aunque ya no camines más en este mundo siempre voy arrepentirme de no haber hecho nada.
Y como me gustaría que nunca hubieras muerto, que estuvieses viva y un rato al lado mío,
tocándome la frente un rato, jugando con mis dedos y diciéndome cosas feas al oído.

20080915

De pensamientos e inconclusiones



Albergues y desprendederos



Es muy difícil darme cuenta de las cosas. Hoy no siento que estuviera escribiendo de verdad sino, haciendo algo que sentí que ya hice… como si se tratase de una especie de dejavú.
Inclusive estos pueden a veces olvidarse o simplemente dejarse llevar por lo que nos emiten de vez en cuando, como muchos tantos recuerdos de otras vidas pasadas, de noches de pedorreras increíbles,
de hasta algún ser lejano que ya no quiere saber nada de nadie, como en este momento probablemente esté sintiendo.
Es también muy difícil descubrir porque los dejavues vienen a nuestra vida. En mi caso particular, quizá es porque son una manera de darme cuenta justamente de todo esto que me resulta tan difícil.
La otra noche cuando fui a la fiesta, por ejemplo, hubo una revelación cósmica referente al sexo femenino. Había divisado yo, entre tanta cerveza, entre tantos antagonistas, y personajes emblemáticos, una mujer de cualidades rojas (y no comunisticamente hablando, ojo) quien me llamo más que muchísimo la atención. Principalmente porque ella resultaba ser una especie de especies no encontrable de manera fácil en cualquier lado, motivo de más por supuesto para corresponder una táctica de ataque lo suficientemente eficaz.
El problema fue que no era cuestión de tácticas, tan simple como suena: fijar un blanco, poner objetivos y desplegar una estrategia….esta vez se trataba de una misión más difícil: vencer el temor al rechazo.
El temor es una cuestión profunda y únicamente psicológica. Es donde intervienen el juego y la batalla eterna del hombre versus su propia mente, aquella arma de doble filo, que puede hacer todo oro, o puede destruir e hundirte en la propia mierda como un triple hundimiento de un Titanic de veras, no un crucero romántico. Pero no son solo contradicciones mías, sino que este ejercicio realmente resulta muy complejo de analizar,
las mentes y los humanos, son como ejércitos constantes de seres ideológicos, completamente fanáticos, que
chocan unos contra otros buscando el mejor equilibrio posible entre la locura y la esquizofrenia momentánea, temporal o eterna.
Después ya no importa absolutamente nada, y suena el tema ese de Jim Morrison: “Vamos gente porque están tan depre”, el resto es pura catarsis drogadicta.

Volviendo a las raíces, no quería por supuesto que se tratase de cualquier cosa, debía ser evidente el momento en que yo desprendería mis hormonas egocentristas para así mostrar la perseverancia que llevo dentro mío, y que solo cuando estoy ebrio o me importa todo un carajo, suelo realmente (y subrayado) desprender mis muchas máscaras. Y es como decía también Oliverio Girondo en uno de sus grandes poemas: “Mandarlas todas juntas a la mierda.”
Y se siente así, más allá de la indecisión ante todo, y lo difícil-engorroso que resulta darse cuenta.
El tiempo pasó como era costumbre, y no tuve peor idea que ir al baño, sentía que debía desprender toda la cerveza ingerida, más unas cantidades considerables de estupefacientes, del estilo: cigarrillos de pólvora, verdes, con muchísimo alquitrán, también algún cigarro OCB de combustión lenta, entre montones de barbaridades que no tendría sentido ni hoja traer al contexto. Conservando la orina adolescente, me dirigí con mucha efervescencia al baño. Estaba completamente vacío de personajes carne-hueso, y no lograba comprender entonces de donde invadían mis fosas nasales esos espíritus en forma de olor tremendo, putrefacto, abominable, infiel, completamente humano, y un leve torcido de tuerca.

El Ansia
(mini relato autoreflexivo)

Anoche soñé con Carito. No se si debería ser insulso, o un verdadero aventurero para avecinarme entre nuestras memorias conjuntas.
Era todo plateado. Un condominio de lo que podría haber sido todas estas noches de drogas fumables, armables y esos alcoholes a base de lúpulo, cebada destroza negligencia, que nos han llevado hoy a sentirnos perjudicados, más allá de lo que piense ahora.
Es difícil pegar dos o tres palabras cuando el umbral pasa a la necesidad de aplastar ideológicamente todas las mujeres que no supimos entender, y pensar: “Que boludo, la cagué”. Años más tarde siguen en pie las mismas propuestas de casorio (entre otras discriminaciones), pero ahora te dan ganas de ser un buen tipo de vez en cuando.
Es que yo creo que son muchos años de diferencia (o no), pero eso seguro que es un buen pretexto para no comprometerse con nada, ya que hay personas, y escritores.
Estos últimos atentan contra todas las estructuras pensando que la libertad es óptima, y ahí vamos a engullir el mundo, a mostrar lo más preciado que tenemos: el ego.
¿Pero que sería de todo, o de nada, sin el ego? ¿No es lo que hace lo verde desmentir todo? ¿Hay posibilidad de conjeturar contra uno mismo, buscando la menor posibilidad estadística de comerse la pared más dura, con cemento, rocas de granito, y baba de mariposa? ¿Es o no es un estado de animo el ego monotemático, dependiente, aplastamiento verbal de todas las ganas habidas y por haber, de masturbar el pensamiento con la mayor de las destrucciones? ¿O no es eso también lo que asegura las buenas indecisiones aunque te des cuenta que se acaba, y el tiro te salió por la culata esta vez, y no como preveías tiempo atrás?
Después quedás como un idiota en San Telmo con el culo al aire, y aunque ves mierda por doquier decís: “Buen día loco, voy a tomar una birra.”
Y quizá así debe ser. Quizá también la frialdad y la irrealidad sean producto de un ego imperialista, subyugador de pobres crios con autoestima, esos inventos del hombre.
Los únicos problemas deberían ser: Dios, los puerros, el imperialismo y alguna otra sutileza que no se me ocurre.
¿Y porque sos escritor? Me preguntó alguien una vez. Pelos ondulados, mirada desafiante, piernas tremendas, ebriedad amorfa y una noche de sábado. Yo como siempre, la mirada en donde más conviene, mi último cigarrillo, el olor a suciedad, las zapatillas de lona hechas mierda, me quedé pensando hasta que me evacuaron….por tocarle el culo a la dueña del after cerca de casa.

No tengo la menor idea. Quizás por la ebriedad que este supone me gusta escribir, y jugar al camaleón, o a una obra de teatro con Alfredito Halcón, donde yo soy el malo, y el es el padre abusador alcohólico que tiene ganas de sentirse patriarcal. También puede ser el ansia de llegar al límite siempre, de terminar los días, las madrugadas y las tardes de vez en cuando como si fuera el último momento de todo. Nadie está preparado para el más allá, para lo que sea que haya allá si es que realmente hay algo. Yo sueño por poder reunirme con Ernesto, Lou Reed y Jim Morrison, para preguntarle todas las cosas que nunca entendí de su música, y su revolución foquista pero eficaz.
De cualquier manera, después está la abstinencia….difícil de clasificar, de encontrar y de reprimir. Todo se retrocede en una carestía, la cháchara con los amigos: Popper, pepa, bicho, pasta, pasti, faso, tuca, cucumelo, jeringas, merca, bong, in-gravity, flasherines, heroína, y no vayamos al límite que voy a necesitar una colorada. De esas que tienen pecas, como si fueran cicatrices de vidas pasadas, marcas de existencia, que demuestran cuanto pretenden, pretendieron y pretenderán sus codicias-follajes neuro colóricos, coléricos, coloridos pestañeos de momentos intrascendentes que no vivimos juntos, amamantable vicio humano de que te acompañe, y como un imbécil te perdiste la oportunidad de hablarle la otra noche.
“Women seems wicked, when you’re a stranger, when you’re alone.”
Y sí. Quiero escuchar a la mariposa desquebrajarse completamente, antes de caer en el sueño profundo, cancelar mi suscripción para la resurrección, y mandarme mejor al loquero. Cuentos de hoy, ayer y siempre, serán inmortalizados por los corazones latientes de tantos zorros, nonagenarios espíritus que desean algo más que estar. Pero no hay nada que temer, porque yo estoy acá, y te invito una cerveza cuando nada tenga sentido, como ahora al leer toda esta epístola.

20080913

Cuestiones materiales


(O conversaciones conmigo mismo)


Estuve toda la semana pensando en los sueños, pensando en que hacer, en como hacerlo y lo más importante porque hacer lo que se que debería hacer. Métodos reflexivos de un calibre delirante, pero una reflexión súper necesaria para cualquier procedimiento metódico de mi mismo. Me hubiese gustado dejar atrás todas las cosas que me hacen bien, quiero mostrarle todo lo que conozco para que vea de una vez por todas que soy un buen tipo. No soy inerte a la sociedad, ni soy soluble en desorden social, pero vengo con un plus de ideologías escalofriantes, una cirrosis de prima y un corazón de púas eléctricas. Me siento como la guitarra de Jimmy Page a veces, otras simplemente la aguja que entra en cualquier brazo.
Cambié los discos, pero no encontré nada en el cofre.
“Espejo, espejo, pregúntale a tu hermana” es todo lo que escucho en sueños, ya las violetas
se tornan grises, y que tragedia vagabundear en lechos comunistas sin sentido, tremendas
ambigüedades de todos estos años de puro poder verde.
Tubos cónicos y no tan cónicos de extracciones neuronales que me han llevado a la
desinhibición molecular, haciendo crecer el campo donde probar experiencias nuevas.
Recuerdos de “Pánico y locura en las Vegas”, noches enteras mirando el póster del Che que
a través de la TV se ve como un duende maldito que reza porque alguien se vaya.
La bolsa de clavos que desaparece, las llaves de casa, la pila recargable, el medio 25,
y ninguna puta planta que crece, energía de mierda ronda todos lados, hasta que me enteré
que el cable estaba mal conectado y no hay que dejar que desperdiciemos la juventud.
Más que apología a las drogas, esa especie de mito imbécil entre pseudos artistoides para
creerse que todo se ve más psicodélico, cuando en la calle te muestran el psicotismo, ese
algoritmo de humanos descalabrados que van por senderos utópicos a sus vidas.
Mensajes de texto inconclusos, palabras trasgiversadas que no tienen sentido como:
“Dale papá hablamos (carita feliz)”, ¿Cómo voy a saber si vamos a poder hablar,
no puedo prever cuanto tiempo voy a conquistar, o si mañana me levanto y me encuentro
en una película de Cronenberg donde me salen bichitos de la panza que terminan volviendo a
todos super eróticos, lujuriosos que se cojerian hasta un Ministro de Justicia fachista?
No puedo ver cuando esta frió. Me hiela la sangre, me transmuta las venas y me rompe las
pelotas completamente. Es como si la muerte vomitara detrás de mí. El cartel de Flower Power
se mueve constantemente y me acuerdo del sueño con Carito, ese en que soy súper guapo
y ella súper reprimida, entonces nos miramos a los ojos y la telenovela sigue. Después
resulta ser que su esposo muere y me la encuentro en el casino vestida toda de blanco
fluorescente, y me dice: “¿Por qué no viniste al velorio?”, simplemente no se que responder.
Si te morís es mejor dejar disfrutar al difunto su último momento, y yo no quería invadirlo
con mi energía de: “Que bueno ahora me le tiro a tu esposa”, quizá en una de esas me toca la desgracia por pelotudo.
Dicen que escribir es auto terapia, y también hacer drogas, como Hoffmann, que pudo comprar
una fórmula viajativa para terminar en pie, en fiestas electrónicas con mucha gente en nivel 153 e inclusive el mismo estaba en otros caudales.
También un buen solo de guitarra ayuda a canalizar las cosas que no sirven de mucho.
Tampoco ayuda demasiado con sus melancolías, pero al fin de cuentas la escritura debería
funcionar como una terapia, porque sinceramente tengo profundo temor a develar mis misterios, mis locuras, mis personalidades, mis maldades, mis esquizofrenias, mis malestares, mis viajes astrales a alguien que fuma tabaco feo de pipa, o cruza las piernas en un sillón más soberbio que el mismo estado capitalista. Pero que bien hace la cerveza.
Estoy psicodélico hoy, veo colores donde no debería, huelo a plantas donde más me desespero, y la veo a ella mientras menos la necesito.
Al final de cuentas comienzo a vivir cada día nuevamente pensando en diferentes maneras de cambiar la inercia que producen los dedos, sigo sin embargo encontrándome con la misma justificación de que nada es tan importante como la nada misma. Deseos de arte progresivo me aterran, pensar que tiempo atrás hubiera cazado un rifle al hombro, cargado la bandera de ideales muertos y hubiera salido a pelear contra la dinastía, pero hoy no siento ganas ni siquiera de mentirme a mi mismo con ese estilo de política secundaria.
Juntos o separados vamos hundirnos, pero prefiero decirte todas las cosas que me he guardado todo este tiempo, para mostrarte que quizá mis propuestas sean de lo más escalofriantes, pero tenés que saber lo corta que es la existencia, y si ya la hemos visto tantas veces en los sueños constantes que atormentan y purifican… mejor dejemos la estructura, para poder jugarnos e hundirnos en una enorme laguna y apagar las luces de todo lo que tan arrepentidamente denunciamos, de tantas cosas que nos dijimos sin pensarlo dos veces, voy a curar mis hematomas para mañana llegar a tu departamento con un cigarrillo en la mano y un chocolate en la otra mano, para mostrarte que aún veo, pero sigo sin saber para donde está el camino que deseaba retomar.

20080811

Banderas rosas, pequeños burgueses


Parte 3 (y casi finalista)

Carajo, paso exactamente una hora desde que escribí lo anterior. Tampoco me importa mucho. Primero me voy dando cuenta que un tiempo después de todas las meditaciones, ya no es todo negro o blanco, lima o limón, sindicato o muerte, sino que pueden existir puntos medios en la vida.
Quizá como mecanismo de defensa preferís optar por lo más fácil, lo más inútil, el extremismo de creer que las cosas tienen ida nomás, y no vuelta.
Pero claro que contradicción aberrante me consta hoy, leer lo anterior y sentir que una parte en mí había predicado ideologías que analizando en profundidad, ya no es tan importante presentarse y decir: “¡Hola! Soy un espacio óptimo para categorización ideológica”... si al fin y al cabo ¿No es más importante evidenciar el cambio en las sociedades, que sentarnos a discutir discrepancias históricas de hace más de setenta años, para terminar no concordando en nada? ¿No es esa también una forma de burocracia contra la que muchos deciden luchar? ¿Es quizá un vaivén de sujetos innecesarios que aplacan sus sentimientos con necesidades innecesarias?
El reformismo es quizá otra de las enfermedades incurables. Eso y perder el tiempo hoy, en un país tan destruido por la nada, por la negligencia cotidiana y que llama urgentemente a sus hijos para al fin de todo poner una venda enorme, y curar las heridas de todos ellos a quienes les debemos perdón. A la gente que mantiene la base de la sociedad, a esa gente que siempre no importa cuales sean las circunstancias para la ley y la autoridad siempre tienen el perfil necesario similar al de un criminal, cuando en realidad es el que tiene todo, el más necesitado de tener más y más... muestra evidente del pueblo argentino, donde quienes ocupan casas son invasores bárbaros y son entregados constantemente a la picadora de carne policial, por no decir otras atrocidades mayores.
Un pueblo que se destroza entre sí, sin darse cuenta que arriba hay otro panorama.
El caos social, el enfrentamiento de clases, y el odio al prójimo son la receta primordial de los gobiernos, de las transnacionales y toda la demagogia latinoamericana que creen ser salvadores del nuevo milenio.
Como si entonces Paraguay en tiempos de antaño sufrió en vano la devastación,
y hoy sus tres destructores se regocijan por ello, sin nunca haber pedido disculpas por el hecho de ser desagradables.
Y así caen las fichas, y ya no se trata de pequeños burgueses, sino de la falta de espiritualidad, de objetividad
y la falta sobre todo del accionar sano y conforme a las necesidades actuales....
No a las necesidades de nuestros ancestros en el año 1921, 1938 o esas fechas conmemorativas de infiernos y salvaciones.
Quizá me es más fácil y divertido a la vez, echar toda la culpa, el aborrecimiento, la inconformidad, el malestar estomacal, la ineficacia de mi ideología, y el poder de las letras, intentando pensar que la consecuencia mayor del fracaso humano, es no haber podido entender leyes tan simples, códigos tan naturales como el armado de un cigarrillo.
Y de fondo me acuerdo de “Chica Mala”, uno de esos temas que atan mis memorias a lo de siempre: la soledad del humano.
He ahí el fin y el fracaso, la decepción. Ya no se trata de grupos, de encasillamientos, de cuestiones estúpidas y de debates a largo plazo, pagando en créditos infrahumanos las discrepancias del asalariado y el propagandista que tan convencido está de las acciones que hace décadas funcionaron.

Esto puede ayudar a concluirme, o concluir.
Y sin embargo sigo pensando en esas palabras, aunque a largo plazo no me guste, mis luces se apaguen y ya no sea más joven para poder pasarme el tiempo jugando a las cosas que más disfruto.
Situaciones que nunca entendí porque a medida que se crece, cada vez más y constante, uno se llena de formatos inútiles donde tiene prohibido hacer ciertas cosas, porque este acto insano, inmaduro inclusive, no va acorde al estereotipo común. ¿Entonces es más importante, más “maduro” tener hijos a los 20, ser una maquina perforadora sexual que solo sirve para contraer una subida de autoestima incongruente frente a todos los fracasos de su momentánea existencia? ¿Ingerir matrimonio como si fuera una droga pasta base, para pasar el resto de la minúscula existencia atado a una controversia mas grande que el gobierno K? ¿Estudiar en organismos corruptos, una sola línea de educación parlanchina, degradada y preformateada para que todos los médicos, abogados, cineastas, odontólogos, políticos, economistas, artistas, criminales, sean iguales que hace cincuenta años atrás?
Entonces nos podemos dejar un legado de diarrea, de mierda estancada como si se tratase de la boca enorme de un mundo concebido por el culo, el fluido urinario de un sistema podrido por la estupidez, el formateo actual, y la globalización, una masa mutiladora de vergas gigantes que representan toda la sangre, toda la suciedad, la basura, de lo que hoy llamamos existencia.
La vida está hecha para disfrutar hasta el último momento, no para ser un imbécil del montón.

20080722

La importancia de sentirse menospreciado





A veces gris también. Quizá sea todo parte de una sensación incrédula que en esta vida me valgo por mí mismo y que no necesito de nada ni nadie, ninguna droga que me estimule, ni ningún beneficio que me acredite dinero en mi cuenta.
Decisiones unilaterales son los mocos de todas las mañanas, anfetaminas de televisión se tornan las tardes, y un pastizal de juegos de mesa.
Cuestiones verbales, mis dolencias mayores. Unidad esotérica mi mayor desafío.
Siento vagar en una carabela donde el sexo de esta es mi mejor amiga, aquel perro oscuro de Nick Drake con ojos inexpugnables, el maltrato de la sociedad, y la necesidad de andar solitario.
Perro de la lluvia, animal del rencor, antorcha del dolor, mimetizado con mis oídos, vértebras de la sugestión de estar enfermo.. y hoy sin embargo me siento más enfermo, por no tener nada, y que mi cabeza da vueltas todos los días, buscándole la alineación a las cosas, el sentido a vivir, menospreciarme la constancia de ser el ser más feliz de la tierra, en partes.
Cuestionado por las autoridades neurológicas, cuidado por mis placeres, y destrozado por mis vicios, de un ser humano, que quiere demasiado, y odia tan poco…..
Pero cuanto odio me tengo a mi mismo por no sublevarme todo este tiempo, a la emoción antropológica de las pastillas del amor.



(Kim Deal, Regalame esta noche.)

20080721

Anécdotas: ¿ficción o realidad?


Just like honey

(o como pude desconcentrarme)


A veces soy un completo malestar genérico. Siento la necesidad de adoptar facetas oscuras de mi vida, donde me proyecto como un gran dictador, un catastrófico jinete anti-cristiano, o un colosal monumento a lo absurdo.
Mis tiempos me condenan, hay otras veces sin embargo que me empalago de dulzura, soy como un oso de peluche, cada vez que me abrazan, me apretan saltan espinas de la planta más salvaje, y daño a quienes están alrededor mío pero es necesario mostrar una pequeña parte sensitiva.

Volví de la disquería, el tiempo estaba horrible como siempre en capital. Emprendí el largo trayecto de caminar entre zombis, desalmados y gente sin cabeza, una verdadera epidemia, pero mucho más normal de lo que me esperaba. Con el nuevo disco bajo la mano, un rubio en mi boca y las pocas ganas de vivir, me dirigí hacia la boca del subte, línea B, que va hasta Los Incas, un tren feo muy feo, rojo comunista pero sin la esencia de este, sin ideología, tren de hojalata.

Como era costumbre en mi anarquismo interior, no apagué el cigarrillo, bajé las escaleras, y procurando no ser visto (algo imposible con la muchedumbre de las seis de la tarde), salte el molinete represivo que ahí se encontraba. Un hombre alto, fofo, y con aspecto de orangután comenzó a correrme. Acto seguido la muchedumbre comenzó a percatarse que podían despertar, dejaron de ser maquinas mortales por tres segundos, y se transformaron en espectadores del coliseo romano, donde por primera vez mostraron gestos misericordiosos de risita.
Yo un osado gladiador, con un CD como mi mortífera arma, y él Orangután, un gladiador dispuesto a destriparme y llevarse mis últimos complejos contra el nuevo sistema gubernamental instaurado. Vehementemente le tire un par de escupitajos, procurando crear una especie de baba gigante que desencadenara un resbaladón fatal en él, y así yo, victorioso, podría llegar a casa para escuchar el nuevo disco y tomarme una buena cerveza como ameritan los miércoles. La bestia descomunal sin embargo, evadió mis ataques de proletariado, puso cuarta en su motor represor y picando a fondo me seguía por el pasillo interminable de la estación, la insoportable muchedumbre estaba detenida, todos reían y enviciados con el nuevo espectáculo tiraban frases de halago a mi exuberancia.

¡Que ganas de deshacerme de aquél orangután! ¡Que ganas de mandar toda aquella muchedumbre egocéntrica a la reverenda mierda, y volver a mi casa, deprimido y contento, con ganas de tomar una cerveza!

Lamentablemente y para mi anhelo, la situación se desenvolvía rápidamente como una película de Tarantino.

Seguimos corriendo como unos desaforados por el resto de la estación, subimos una y otra vez las escaleras, pasamos por la boletería mas o menos treinta y cuatro veces, hicimos inclusive pausas para ir al baño, derramar un poco de orina en el piso y volver, también ayudamos algún anciano que no podía subir las escaleras, fuimos amigos y enemigos, nos odiamos, hasta que procuramos seguir corriendo, escapándonos de todo.
Se me estaban acabando los cigarrillos y las ganas de ser un gladiador. Con la bestia pasaba lo mismo. Ya no corríamos fuerte, el me seguía a caballo y yo montado en Chewacca, nos disparábamos una serie de insultos, ofendiendo a nuestras madres, hijas, esposas, fervores religiosos, hasta nuestros propios órganos reproductores formaban parte de una prosa poética del mejor estilo Bukowskiano.
Sin más ganas de correr, fuimos llamados al programa de TV de una conductora dinosaurio, actriz de cine en la época de Bartolomé Mitre, aristócrata de alma, y completamente fruncida.
Nuestras posiciones eran muy diferentes: Yo anarquista y él represor. La vida y la muerte. Nietzsche y Dios en una mesa de debate, repartiéndose la fe religiosa, la aplicación ideológica y la última pata de Pavo que quedaba en la mesa.

Pasamos a penas tres horas en el programa (horrible por cierto debo aclarar) y comenzamos a correr nuevamente. Salimos del estudio por una puerta y aparecimos de nuevo en la boletería donde todo comenzó.
Nuestras energías llegaron al límite. Yo completamente agitado, con mi nuevo CD bajo el brazo, me dirigí desafiante hacía el Orangután, recordando un habla ermitaña lo mire a los ojos y le dije algunas cosillas.
Le había contado casi la historia de mi vida, de cómo había decidido convertirme en un escritor, cuanto me gustaba el anarquismo y porque Dios no me caía bien. La bestia se quedó impaciente y perpleja a la vez.
A través de nuestra discusión, nuestra conversación, y después de batallar en el coliseo romano, descubrimos que quizá ya no existían demasiados motivos para emprender una nueva persecución.

Sin embargo no tenía intenciones de pagar el boleto, y él no me dejaría pasar con la frente en alto, con el anarquismo bien inculcado pero al menos conseguiría volver a correr que tan bien hace al cuerpo.
Antes de poder llevar a cabo mis planes, la bestia atroz, sacó de su uniforme un termo, me convidó un mate con un bizcochito salado y me preguntó sobre el disco bajo el brazo.
Me quedé estupefacto, pues esta reacción no era lo que esperaba.
Acepté el amargo sin ninguna objetación, ingerí el liquido placenteramente, charlamos un rato y después recordé que era tarde.
Le devolví el mate, arrojándolo contra la boletería (por pura distracción) y comencé a correr desaforadamente. La bestia con una sonrisa dibujada, me siguió de nuevo, la misma historia, en el mismo lugar.
Tras unos pocos metros, di por abandonada mi carrera de gladiador, puesto que el pavimento se estrelló con mi cara, y tras un rotundo, espinoso y rutilante dolor, caí al piso.

Desperté sobresaltado, en mi cama, con Vicky al lado mío, durmiendo lo más tranquila.
Mi ropa estaba tirada en el piso, igual que aquel CD, y lo más extraño de todo, un tema muy particular “Just like Honey” sonaba sobre mi oído izquierdo.
No pude llegar a comprender la anécdota. Sin demasiadas conclusiones, me levanté, abrí la heladera, destapé una cerveza y volví a la cama, escuchando de fondo aquel disco surrealista que me había acompañado en un viaje inolvidable.



20080708

Banderas rosas, pequeños burgueses



(Parte 2)



Abro la heladera y solo hay cerveza, un poco de fiambre que quedo de ayer, agua con espuma, manteca, un pedazo de queso y algún que otro tomate, o una hierba, da igual. La caja de cigarrillos vacía. Nada que fumar por ese lado, ni por ningún otro todavía.. Tengo que aclarar las mentes cada tanto, poner los cabales en su lugar y progresar en la constante lucha.
Cada segundo, cada minuto perdido en pensamientos ordinarios, que serían insignificantes crímenes cometidos a las victima del dogma, del reglario (una especie de mandamiento) estúpido de la nueva era. Cuando no entiendo, el domingo pega duro. Y ni un policía motorizado puede llegarte a salvar de esa.
La TV es una tremenda basura. Digo, ahora y siempre lo fue, recuerdo ser muy chico apenas unos 13 años, sin demasiadas perspectivas de lo que pasaba en este albergue. En aquellos tiempos la lucha era similar, algunos de calidades soviéticas defendían el enorme caos militar, el caos social, y el cultural inclusive. En aquel entonces, a muchos no nos importaba demasiado lo que se cocinaba detrás de la mirada comunarda
Ardían los deseos de liberación, y por eso comenzaba la tras batalla de comprender a Ernesto, que había hecho, porque lo había hecho, y cuanto podía yo llegar.
Me di cuenta que la realidad me desbordaba. El mundo parecía un lugar excelente para un joven adolescente, alejado de la vida misma, crecido detrás de ramas hermosas cuyas gotas cristalinas (perdidas de somnolencia), despertaban el buen café con leche de cada invierno.
¡Que maravillosos paisajes lo que tiempo atrás jugaba inocentemente en la “montañita” de aquel buen licántropo de amigo, un hombre fenomenal, pero que extraño era vivir antes!
Si, era una ciudad fantástica, pero muerta con toda la energía posible. Quizá todos nos aburguesamos con el tiempo, quizá la gran mayoría intento filosofar y despedazar el poder, pero hoy en día, cada viaje, es un retorno, a las épocas que más he dormido, pero que a la vez mucho más necesite vivir para comprender lo que la burda existencia, de un conglomerado asalariado por mi ignorancia me llevaba a estropearme de rencor.
Rencor a no haber comprendido, el caudal del momento. Rencor a haberme doblegado, de no haberme preocupado por mi mismo, o por hacer algo, detestar a alguien aunque sea de mentiras, y de dejar de coronarme como una especie de personaje que no atrae nada bueno.

No había nada en la heladera ni en ningún lugar de toda la especie. De fondo sonaban The Stooges y su gran disco. Mi casa no era tan divertida como lo que ellos me estaban aconsejando actualmente.
El reloj se asemejaba a las 14:19 si mal no recuerdo, estaba un poco ofendido, de a ratos momentáneo, y cuando más energía tenia me sentía amable, pero hoy tengo que olvidarme de esa estupidez burguesa que perpetro, cada puto instante en que quiero ablandarme.
No es bueno ser blando, no en este momento. ¿Quién puede entonces hablar de banderas y signos libertarios, si el intelecto sentimental no es el adecuado?.....
Hay que tener huevos para llevar la bandera rosa, sin siquiera comprender los colores de las luchas sociales.
Muchos se adjudican millones de perfiles urbanos, anarquistas, agnósticos, gótico, hardcore, satánico, o radical inclusive. Pero ya no es cuestión de no pertenecer a ningún lado, en grupos ficticios de observaciones discriminadas sobre la marginalidad que ellos no parecen comprender, una y otra vez... no es que el mediocre se volvió intelectualoide, el abandonado burgués se hizo honesto y un genio, y que los negros son todos de piel.
Los brutos son de traje, de posición, pelados, quizás. Sacar la lengua no denota humildad, humilde es aquel que se descuartiza a cada paso, en la pirámide, en el escalafón del esclavismo, padeciendo hambre, aquel conocimiento aristotélico que nosotros nunca vamos a entender.
Quizá por dormirnos, en la parte más dura de la historia.
El cambio puede estar cerca, pero hoy en día llevar banderas es un complejo proceso de asociación ideológica.
Retomando banderas, el color rosa es poca cosa. Representa una ideología particular, una ideología burda, y desinteresada por la realidad.
Si bien, es una gran música para deleitar los oídos, es erróneo pensar que con escuchar un poco de post-punk situacionista, o sus derivados, se contribuye a la libertad ideológica, todo lo contrario es una monarquía.
Un simple pensamiento, de lo que la acción debería ser en un joven. Sinceramente, los libros se suplantaron por los culos plásticos, las ideologías por las galas mediáticas, y el pensamiento, la meditación, por una cancha llena de dólares, y figuras semi perplejas.
No es casualidad, que las cosas anden con caños en vez de promiscuidad.
Promiscuidad ante invadirnos de pensamientos subversivos, de necesidad, para levantarse, y dejar los rodillos, los palos de amasar, los garrotes, para los esclavos de sus actos maléficos. Actos incongruentes de desorden existencial y moral. Próceres de la mentira, de la religión, del engaño, mutilación, tortura, dolor, hambre, injusticia, caos, desabastecimiento intelectual, manipulación, represión, dogmatismo... muchas otras variantes...

El celular acababa de sonar. Al final la junta se cancelo, y las pastillas fuertes están sobre la mesa, dispuestas a destruir todo sin importar los medios. Ya no hay paciencia, hay miedo, que sucumbe a las sociedades en una explicación inmunda del totalitarismo.
Son las 14:47 y no pude prender la tuca siquiera. Mi impaciencia por saber a que hora jugaremos al fútbol (si sí, para despejar la mente), impide que me relaje completamente y juegue a conquistar el mundo, con unidades psíquicas, matones musculosos, naves voladoras (OVNIS exactamente), viruses y otras fantasías reales de esos grandes juegos estratégicos-imperialistas.
Si claro, la cultura imperialista nos abastece los deseos de luchar constantemente. Una vez que se es conciente de lo que el poder representa, es más fácil educarnos el futuro incierto, el pasado en metamorfosis, y al existencia friccionaría como un dedo meñique en los pastizales de la lucha constante, del progresismo revolucionario.
La bandera rosa es claramente una muestra de “Quiero hacer algo, pero no se que, y tengo temor de ellos, por lo tanto voy a sentarme a pensar como actuar.”.
Esta sentencia pensadora, tiene dos errores conceptuales.
Temor, claro que esta sensacional tener temor, al fin de cuentas, es él quien hace mover todo dentro de uno, de sacar la energía mas fuerte para golpear conjuntamente. Sin este, nadie nunca conocería la valentía... y creo yo que siendo un tremendo cagonaso, puedo atreverme a sentirme como un valiente también. ¿Y porque no, creerme que puedo ser el caballero andante, valiente, dispuesto a caer en las garras de una joven activa, de color rojizo, naranja, o como más le guste a ella?
Sino... todo lo anterior no tiene sentido, hay que tener miedo.
Miedo de saber que lo que se nos viene encima, es más que un meteorito, es una carga dolorosa de llevar, pero no importa.... ya la sangre esta derramada, lamentablemente y sin PRE consenso democrático, nuestros cheques fueron cobrados antes de vencerse.
Quizá tendremos la de perder, pero a diferencia de ellos, todavía conservamos los valores, y eso es lo más importante en un joven revolucionario. No ser subversivo al pedo, creerse oficialista de acuerdo al momento, y tampoco de hacerse el duro con todo y todos.
Sino ser libre, de saber cuando golpear, con conciencia de lo que sucede, miradas objetivas y por sobre todo no creerle a ningún organismo traidor de izquierda, a ningún dirigente con ánimos de aplastarnos, ni mucho menos al periódico, o la televisión, indicando este último como culto a la decadencia de un imperio artístico, cultural que tantos años nos costo crear...
Todo para que después ellos quemen el duro trabajo de entender el mundo a través de la historia, con sus estúpidas presentaciones en público, revindicando el teatro como su transporte aristocrático, y la ineficacia de su existencia, creadores de vidas alternas detrás de esa estúpida, imberbe, pestilente, amorfa, descorcha cerebros, hoguera, guillotina, escarmiento mongol, que llaman televisión.
De cualquier manera, la bandera rosa es el primer paso, el que abre las puertas a destruir evangelizadores, a destituir las mentiras cotidianas. Pero no debería transformarse en la incredulidad, en el engaño de la descomposición ideológica, la vida está afuera, la música nos acompaña, pero el trabajo es nuestro.
Y así como no existiría reflexión sin ella, tampoco podemos probar la ideología si primero no pasamos por la música.
Pero no confundamos, primero banderas rosas para destapar los oídos burgueses, después banderas rojas, para incomodar a los burgueses.



Carlos Fuentealba, presente. (1966- 5 abril, 2007¿?)

20080630

Banderas rosas, pequeños burgueses



(Parte 1)

Era inevitable pensar en decadencia. Habíamos sido víctimas de muchísimas incongruencias sin siquiera ser escuchados, por cuestiones de espacio ínfimas pero ciertas, y quizá eso era lo más doloroso de todo el trayecto semi angelical.

Francisco y compañía sonaban de fondo. Sentía mis momentos de reflexión más cercanos, puesto que ya había vivido toda la parte más compleja en este monumento al destierro psicológico, a la marginalidad por parte de la ignorancia, y otro abanico de boludeces de ese tipo.
La noche del viernes había sido catastrófica. Cuervos sin cueva, lagartijas y sabandijas que no aportaban a las ganas de crear momentos cristalinos como tiempo atrás lo habíamos hecho nosotros, como un grupo. En aquel entonces no teníamos diferencias sociales que nos llevara a descongruir todos los lapsos espaciales. Pocos nos decepcionamos al saber que nuestra funcionalidad ya no era la misma, que el mecanismo del engranaje de la amistad se estaba evaporando como si fuera una especie de hechizo mal casteado.
De a ratos me sentía drogado, enojado con la situación, ebrio, melancólico y hasta impotente por no querer evidenciar que los cambios se acontecían, y a veces uno debe aceptar lo que descaradamente sucederá, por más que los libros de teología digan lo contrario, y las teorías samuráis sobre el destino nos den otro peldañito para aferrararnos antes de caer al vacío de no tener ganas de ver con claridad.
Justo en ese momento y con explosiones en el cielo, Francisco y compañía me recordaban esta teoría como una especie de proyector de cine.
Las amistades y las relaciones se basan en una funcionalidad óptima de tamaños inconsiderados. Cuesta creer en la posibilidad de ser maquinas autómatas, cerberos jadeantes o chuletas de cerdo a la riojana a caballo cuando nos sentimos inútiles ante los hechos.

Un proyector de cine, como su nombre lo índica, consiste básicamente en mostrar una seríe de fotogramas, proyectados a una determinada velocidad (generalmente eran 24 fotogramas por segundo, según mis memorias de estudiante cinematográfico), y con toda una tramoya del estilo físico, químico.
Primero claro tenemos la funcionalidad de una cámara de cine, sea analógica o digital, en la que ahí si, la luz se descompone en tres colores por medio de un prisma, o un chip electrónico de carga acoplada, después están el iris, los diafragmas, los haluros de plata en la película (cuya sensibilidad se mide en ASAS), y bueno el clásico proceso. A veces siento que fui entrenado como un soldado de Irak.
Nunca pude comprender, porque resulta tan difícil filmar, ni cual es el sendero que debería seguir el arte del cine, y sobre todo porque siempre es más importante la técnica sobre el contenido.....
De alguna manera, era una especie de androide-soldado preparado para filmar todo aquello que mi conciencia perjudicara, y así filmaría historias estúpidas, de jóvenes que se encuentran en la plaza fumando marihuana y encuentran sombras, o de mujeres histéricas que tienen sexo con gente en consultorios, o de cuan surrealista puede ser un codicioso y engreído estudiante cinematográfico. Lo extraño será cuando ponga mi cámara en plaza General Las Heras, y preparando a los actores, pasar por alto la constante, desgarradora imagen de ver que mientras reímos y hablamos de David Lynch, un niño de apenas cuatro años entre sus dientitos, y sus manos de obrero, me pregunte: “¿Qué es eso?”, y yo señalando la gran cámara Mini-Dv de 3 CCD que descompone los colores para obtener mejor calidad (¿?), decirle......: “Esto.... bueno esto es un juguete para mostrar la imagen del mundo que yo quiera.”, él quizá con sus ojos mundanos me mirara a los ojos, y se dará cuenta que si no fuese por él yo hoy no estaría sentado en la silla, y estaría exprimiéndome las pelotas, con tinte azul por cierto, vestido al estilo belgranense, y consumiendo 45 películas semanales para no poder comprender que la técnica es espontánea, que el cine y el arte también lo son, pero la revolución no.

A veces quiero ser una pluma. Quiero ser inocente y permitirme ver la vida sin ojos críticos, simplemente dejarme llevar hasta donde el viento del progreso me empuje, y al menos llegar a la mano de una colorada, que enamorada de mi mismo se haga cosquillas en el pie, en el cuello o mientras abre sus piernas en flor, un domingo a la noche sola, sin ningún embarcadero a la vista.
Sí, a veces me encantaría ser una pluma. Pero para ser una pluma hay que morir primero, hay que coser las rodillas (que tanto nos duelen ya), ponerse unas gasas y parar esa constante hemorragia imperialista que nos oprime desde que tengo memoria visual. El cambio nunca es evidente. El cambio es un galimatías, es un desmadre en mexicano, pero es necesario.
La actitud del bohemio, del anti todo, del anti tribu, del drogon, narco epiléptico, es vivir rodeado de cambios. Dejar de pensar como vivir, y salir a patearle el culo a la vida, demostrando que la bandera de la ideología revolucionaria siempre será mas fuerte, y que el rojo es nuestro color favorito, por la sangre del oprimido, por las costillas rotas de los jóvenes y niños que les importa un reverendo carajo el peronismo, y que ellos nada tienen que pagar por las aberraciones constitucionales y sindicales de los dirigentes actuales. Que ninguno de ellos pidió ser obrero antes de tiempo, que ninguno de ellos (teñidisimos de rojo) conoce el materialismo clasista, y que tampoco le interesa formar parte de los restos consumidos de una argentina anti ideológica, disputada, cizañada por el afán del lucro. Quien más general es, más peronista se siente.

Me fui al carajo, retomando decía que las amistades son como un proyector de cine.
La película puede tener diferentes sensibilidades. Los amigos también. Cojerte a su hermana, su mejor amiga, o la ex novia, son películas quizá demasiado sensibles para proyectar, y corren riesgo de sobre revelarse (dejando nuestro negativo en blanco) o humildemente recibir un buen puñetazo en la jeta, y una tremenda patada en la verga, hundiendo nuestros generales miñón hasta el monte olimpo del dolor humano.
De cualquier manera, siempre es tantear el territorio, después proyectamos. O quizá no, mejor será hablar, levantar la voz, y exigir que la gente conozca las cosas como deben ser, que las amistades o las películas de cine se den a conocer lo más duro posible, que parte de ser amistades autómatas, hay que saber enfrentar los dichosos cambios, y que si nos toca el bolsillo pequeño burgués y las ideologías se funden en negro, es tiempo de seguir adelante.... no de recortar gente como si fuesen muñecos de papel para después quemarlos, catalogarlos y decir: “Ahhh bueno es solo una etapa rebelde”, ¡No claro que no!

Las etapas rebeldes surgen alrededor de los 15 años. Las etapas revolucionarias, subversivas comienzan cuando el entorno te facilita progresar, y cuando si los desafíos (los verdaderos) no se presentan, aprobar un parcial se consigue con comerse libros, o dar una clase sobre filosofía existencialista es hacer cuatro preguntas. Ver una película pochoclera, tomar una cerveza sin ebriedad, escuchar Hip Hop o Punk-rock, son partes de las etapas semi rebeldes.
Estas también se denominan, semi imbéciles, semi nefastas, semi estúpidas o etapas burguesas.
Los Koalas son fascinantes. Rompen con la ideología de la tradición, consiguen lo más extraño que tiene la tierra, el misterio del eucalipto.
Un joven estudiante debería romper también con la ideología de la tradición, y saber que K es mala palabra, que los pingüinos, los pacos verdes y los sindicalistas son malas palabras, son santuarios profanados por la basura, por la pestilencia, por el favorismo y la ignorancia de vivir de rodillas.
Quizá las películas sensibles, se dañan de manera tajante por demostrarle al otro, que quizá su lugar este equivocado y que eso no es motivo para seguir equivocado, y que además equivocarse es el mejor paso a la espiritualidad. Que su lugar, no debe conservarlo, ni sentirse amorfo, que nada es motivo de genialidad, sino abrir sus plumas, sus vientres al constante cambio, del fervor rojo revolucionario y la Pluma que todo arrasa, hasta inclusive los devastadores murales de Diego Rivera.
Ser subversivo es quizá el camino más rápido de tener sexo. De fumarse un porro, de destapar una buena cerveza bien fría, o del cigarrillo mejor armado, pero ser subversivo es además sentirse vivo, y que en realidad nunca nos educaron, que el colegio primario y secundario fueron cámaras criogénicas y que recién ahora nos despertamos de aquel sueño (pesadilla), ahora es tiempo de educarse. Y si no me creen pueden preguntarle a Jim Morrison, o a Carlos, que una vez cada tanto viene a recordarme que todavía debo seguir quebrándola en el sofá cama de casa color verde, tirando cenizas y fumándome un pucho por el lado contrario al filtro.

20080623

Alterego

Que difícil ocurrencia la mía... crear una simbiosis de migo mismo, para oportunarme los momentos de tan deseado reconocimiento que es aquella actividad.

Que desventaja para mi mismo saber que todavía puedo emprender actividades de las cuales no me avergüence. La dificultad de mimetizarme con el entorno es otra vez la peor película que he visto.

Capaz hubiese estado más cobarde, crearme en torrentes de heroína, o jadeando ya vacío el vaso de cerveza, arruinarme las pestañas prendiendo fuego la profesión de tocar la eternidad.

De inmolarme la existencia en un placentero deseo de aquella mujer que todos merecemos.

Cuanta pestilencia me recuerdan los discos viejos que mañanas atrás se acostumbraron a desperdiciarme, menospreciarme y acomplejarse consigo mismo.

La melancolía ya no es un estado de animo.

Crearme al destino, es forjar el nuevo camino.

Acostarse con la fama lo dejo para las putas.

Tirarme de un balcón sin dientes es para el imbécil.

Mi suerte difiere de todas las otras, y deja pensante al peor de los caminantes, al paulatino retoque de tomar las riendas del descarriado entierro que me apetece en este instante.

Pero sin embargo, que difícil resulta, describirme, o describirla, o hacerlo, cuando ni siquiera conozco de que están hechos mis huesos, y mire por donde mire veo sangre, sudor y la mente del simio abierta como una flor de luto.

Espero ser cortés el próximo momento que nos encontremos, y dejar muy en claro cual es mi estado de animo, para que esta vez no me pidas nada más excepto lo que te puedo dar, y que la locura no viene acompañada de la buena calaña, que el cerdo es cada vez más inocente si lo pintan de verde, y que el porro existe para que te drogues y veas la realidad que concurre la esfera del burguesito porteño.

No te olvides de respirar y de decirme cosas al oído, o al menos inténtalo, sino fuera de mi cama, y no vuelvas para recuperar los collares perdidos, ni las joyas, ni tu buena intención de hacerme un favor.

Mejor andate, lejos donde los lobos te toquen y las arañas sean tu mejor maquillaje.

Yo voy estar esperando, la próxima oportunidad de ser una buena persona, voy a quedarme despierto para ver que tan lejos podés llegar, o que tanto te interesa compartir algo, más allá de que si fuese un jarro de cerveza, te lo reventaría en la cara, para que aquellos vidrios (quienes fueron tiempo atrás estacas de mi dolor) hoy se conviertan en tus más indiscriminadas sensaciones de tu pérfida y mal oliente vida, que el dinero te corrompe, ya no sentís nada, tus propios momentos se esfuman, tu pelo es de plástico y esos ojos hermosos que tenías cuando eras bonita, están ahora llenos de mierda, una mierda de la cual vos y yo somos producto.

Me importa un carajo ser un alcohólico, o un drogadicto, un compulsivo violento, o un ser humano. Espero que te des cuenta, que a veces lo bello debe ser destruido, y lo feo, los feos, debemos reinar aunque sea un rato para sentirnos sucios de vuelta, y poder darle mecha a la vida existencial que nos convierte en hijos de Urano.

No, no, no te preocupes hablo por los dos, ninguno te quiere más o menos, los dos estamos ahí, luchando contra nosotros mismos y mirándonos en el espejo protestante.

Quedáte tranquila ahí mismo, no te vamos a defraudar, o quizá si... pero ese es tu problema por buscar demasiado en lo poco que hay, por esperar un hombre en vez de un mounstro, y por ser demasiado escéptica para no entender las cuestiones vivenciales, y además por considerar que el matrimonio te va salvar de comerte la depresión inmune en la cual todos fracasamos, y no te creas que por bonita vas a escapar de aquel heroico destino.

Mientras tengamos cerveza querida, nada tenemos que temer....

Y si algún día nos volvemos a cruzar, tengo todavía lo tuyo, me encantaría dártelo, pero realmente preferí juntar todo en una gigante estocada de basura y quemarlo, para que huela a mierda, se esfumen los malos pensamientos y te jodas por haberme cagado los momentos que estaba triste. Ahora con una felicidad enorme, no se donde metérme las ganas....

Pero no te preocupes, aquí sigo y aquí seguiré, hasta que encuentre alguna razón para poder hacer algo útil.