Mostrando entradas con la etiqueta post-punk. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta post-punk. Mostrar todas las entradas

20120416

LSD Soundsecure

No, Daft Punk no está tocando en mi casa. Y no tampoco hay demasiado amor, o tribulaciones, pero si estoy mas cansado cuando me levanto, que más que nunca.
Es una manifestación del espíritu, pero no es una creencia vulgar.
Y en realidad si hay demasiado amor, seguido de tribulaciones, pero por sobretodo, mi sistema es seguro de LSD.
"¿Hay seguro contra el LSD?" pregunté anoche en el puesto de hamburguesas ahi en Mitre y Rolando. Como siempre acostumbro a encrucijar individuos, pensé que oportunada la mera ocasión de hacerme sentir diferente, hubiera encontrado una respuesta a mis interrogantes, si en primer lugar, preguntado con seguridad hubiese.
Anoche vi una pelicula que decía que a las mujeres les gustan los hombres con seguridad.
Es toda una cuestión, nadie quita, ni daña, ni mortifica por caretearla y decir que: "Soy seguro". (Necedades pensé en utópicos momentos), más mi reflexión llevó a comprender que ende a que el sujeto X no siente seguridad de sí mismo, espera verla reflejada en sujeto Y, que en el mayor exponente de los casos, no la posee.
Y, ¿Qué es entonces? piensó mientras termino la yerba. ¿Será la puta sociedad hemofílica? ¿O serán los gobiernos necrófilicos que reviven figuras ya bien muertas?
También se me ocurría meditar sobre las cuestiones que refieren al apareamiento.
Conocido y recurrente suele ser, que al el sujeto X encontrarse en pareja con Y1 (pero no con Y), perdona una necesidad inconcebible por el terror a sentirse solo.
Los Machos Alfa son unos hijos de puta. Los machos Beta (test), son versiones mejoradas de los anteriores, pero suelen ser despreciativos, sectarios y enormes bebedores.
Hay como una imagen preconcebida que todos los días me embola. No puedo dejar de caminar sin ver: gel de pelo por acá, remera del Barça por allá, trajes, corbatos, Gucci, Cucci y Hoochie Goochie man, me harta hasta el hartazgo mismo, y como diría Oliverio Girondo, me dan ganas de mandarlas a todas a la mierda.
Punto, y es eso, mandarlas a la mierda. Pero no por decirme cosas que no quiero mirar, sino porque me hinchas las bolas las cosas que no tienen sentido.
¿Para que se ajusta el estereotipo?, y esto me sale de puro énfasis potencialmente contradictorio, ya que no encuentro satisfacción alguna con el rebaño.
Steppenwolf, es una mala respuesta me acaban de comunicar... ¿Ahora que hago, cambio el dilema moral? ¿Me autoidentifico con otros iconoclástas?
Todos estos males, temores, o cualfuere su índole, no resultan de gravedad considerable hasta que descubra que los Bares dejan de ser lo de siempre.
"Who is this fuck?" decía Dennis Hopper (Q.E.P.D) sobre Blue Velvet.
Muchas, incontables, repetidas ocasiones me sucede lo mismo. Voy a mi despacho, me encierro y a los dos minutos sucede incontables veces ese interrogante de pura necesidad identificatoria.

20091031

Overlord




En consecuencia el sueño es revelado a quienes no lo quieren ver.
Por lo que es mejor estar durmiendo que despierto, a menos que todo sea naranja árabe.
Asi que no durmamos sin antes dormir en la mejor posición sexual.
Por lo tanto se me ocurre pensar explicitamente:
¿Las Oraciones? ¿Los Conectores?
¿¿¿Para que???

Los pronombres personales son elitistas.
¡RESPECT YOURSELF!
El adjetivo califica, describe, señala,
¿De donde venís? ¡Que lugar!
¡RESPECT OTHERS!

Lugar, tiempo, modo, cantidad, afirmación, negación, duda,
¡WE ARE LEARNING!
Son preguntas circunstanciales de las ciencias sociales:
¿Cuando, cómo, cuánto, con quien?
¿Para que? ¿Porque? ¿Donde, acerca de que?
¿Con que?

De pronto todo cambia y se ve el azul del cielo oscuro.
De acuerdo a las convicciones tocamos como un filósofo arruina.
De repente se me ocurre tirar todo a la mierda.
Significa: había algo del tomar el poder y la llama gris de un gentilicio calificativo, núcleo, aparato de GOLGI, no son trascendentales, tampoco son diosas como Anabel.

20080904

Alabados sean los lunáticos




Música para chicas con armas

Voy a ser rápido e indoloro. Estuve escuchando mucha música todo este tiempo, y llegúe a la conclusión de que cada vez me gustan más discos, y más bandas, más artistas y menos solistas. La mayoria están esculpidos a base de montones de sustancias extrañas, pero ¿Que importa? si su música perdura con los tiempos... el claro ejemplo de Lou Reed, Jim Morrison, Luca Prodan, Jimi Hendrix, Brian James (ex Rolling Stone), Ozzy Osbourne, Rhandy Rhodes y bueno... podria nombrar muchos más pero si siguiese, nunca voy a concluir en algún punto que sea tangible.
Existen pocos tipos grosos, uno de ellos es: James Newell Osterberg Jr, o vulgarmente conocido Iggy Pop.
No se si es alguien que me gustaria cruzar algun sábado a las 4 de la mañana en San Telmo, porque estoy seguro que me comería un viaje tremendo, dos minutos en su vida deben de ser demasiado agobiantes....
Bueno de cualquier manera acá va otro gran disco para conocer, si bien tuvo sus discos solistas como "Lust for life" (conocido tema en el st de Trainspotting) anteriormente tocaba con The Stooges. Fueron percusores en su época tipo por los años 70, y de hecho abrieron las puertas al desarrollo del Punk en zona. Así es la cuestion que montone de otros celebres punkeros reconocen a Iggy Pop como el mayor exponente de todo esto.
Este disco se llama "Fun House", y suena increible.. especialmente los primeros temas, inclusive hasta el final te dan ganas de romper todo.
Tambien se suele asociar esta banda con el genero post-punk, lo cual es bastante correcto, pero en realidad no importa demasiado... lo único importante es la voz ronca del hombre elastico (aclaremos que hoy tiene casi 60 y algo de años), esa sensación de aburrimiento y de destrucción. Obviamente entre tema y tema escuchamos alguna analogia de las sustancias...
Este disco junto a "The Stooges" alcanzó muy poca fama en sus tiempos, pero después increiblemente comenzaron a tocar en muchos lugares hasta el dia de hoy que con mucha suerte los podemos ver.
No voy a decir ninguna boludez más excepto que dejo de poner links a sitios donde descargarlo, debido a que algunos me estuvieron hinchando las pelotas, es decir busquenlo que vale la pena.




20080811

Banderas rosas, pequeños burgueses


Parte 3 (y casi finalista)

Carajo, paso exactamente una hora desde que escribí lo anterior. Tampoco me importa mucho. Primero me voy dando cuenta que un tiempo después de todas las meditaciones, ya no es todo negro o blanco, lima o limón, sindicato o muerte, sino que pueden existir puntos medios en la vida.
Quizá como mecanismo de defensa preferís optar por lo más fácil, lo más inútil, el extremismo de creer que las cosas tienen ida nomás, y no vuelta.
Pero claro que contradicción aberrante me consta hoy, leer lo anterior y sentir que una parte en mí había predicado ideologías que analizando en profundidad, ya no es tan importante presentarse y decir: “¡Hola! Soy un espacio óptimo para categorización ideológica”... si al fin y al cabo ¿No es más importante evidenciar el cambio en las sociedades, que sentarnos a discutir discrepancias históricas de hace más de setenta años, para terminar no concordando en nada? ¿No es esa también una forma de burocracia contra la que muchos deciden luchar? ¿Es quizá un vaivén de sujetos innecesarios que aplacan sus sentimientos con necesidades innecesarias?
El reformismo es quizá otra de las enfermedades incurables. Eso y perder el tiempo hoy, en un país tan destruido por la nada, por la negligencia cotidiana y que llama urgentemente a sus hijos para al fin de todo poner una venda enorme, y curar las heridas de todos ellos a quienes les debemos perdón. A la gente que mantiene la base de la sociedad, a esa gente que siempre no importa cuales sean las circunstancias para la ley y la autoridad siempre tienen el perfil necesario similar al de un criminal, cuando en realidad es el que tiene todo, el más necesitado de tener más y más... muestra evidente del pueblo argentino, donde quienes ocupan casas son invasores bárbaros y son entregados constantemente a la picadora de carne policial, por no decir otras atrocidades mayores.
Un pueblo que se destroza entre sí, sin darse cuenta que arriba hay otro panorama.
El caos social, el enfrentamiento de clases, y el odio al prójimo son la receta primordial de los gobiernos, de las transnacionales y toda la demagogia latinoamericana que creen ser salvadores del nuevo milenio.
Como si entonces Paraguay en tiempos de antaño sufrió en vano la devastación,
y hoy sus tres destructores se regocijan por ello, sin nunca haber pedido disculpas por el hecho de ser desagradables.
Y así caen las fichas, y ya no se trata de pequeños burgueses, sino de la falta de espiritualidad, de objetividad
y la falta sobre todo del accionar sano y conforme a las necesidades actuales....
No a las necesidades de nuestros ancestros en el año 1921, 1938 o esas fechas conmemorativas de infiernos y salvaciones.
Quizá me es más fácil y divertido a la vez, echar toda la culpa, el aborrecimiento, la inconformidad, el malestar estomacal, la ineficacia de mi ideología, y el poder de las letras, intentando pensar que la consecuencia mayor del fracaso humano, es no haber podido entender leyes tan simples, códigos tan naturales como el armado de un cigarrillo.
Y de fondo me acuerdo de “Chica Mala”, uno de esos temas que atan mis memorias a lo de siempre: la soledad del humano.
He ahí el fin y el fracaso, la decepción. Ya no se trata de grupos, de encasillamientos, de cuestiones estúpidas y de debates a largo plazo, pagando en créditos infrahumanos las discrepancias del asalariado y el propagandista que tan convencido está de las acciones que hace décadas funcionaron.

Esto puede ayudar a concluirme, o concluir.
Y sin embargo sigo pensando en esas palabras, aunque a largo plazo no me guste, mis luces se apaguen y ya no sea más joven para poder pasarme el tiempo jugando a las cosas que más disfruto.
Situaciones que nunca entendí porque a medida que se crece, cada vez más y constante, uno se llena de formatos inútiles donde tiene prohibido hacer ciertas cosas, porque este acto insano, inmaduro inclusive, no va acorde al estereotipo común. ¿Entonces es más importante, más “maduro” tener hijos a los 20, ser una maquina perforadora sexual que solo sirve para contraer una subida de autoestima incongruente frente a todos los fracasos de su momentánea existencia? ¿Ingerir matrimonio como si fuera una droga pasta base, para pasar el resto de la minúscula existencia atado a una controversia mas grande que el gobierno K? ¿Estudiar en organismos corruptos, una sola línea de educación parlanchina, degradada y preformateada para que todos los médicos, abogados, cineastas, odontólogos, políticos, economistas, artistas, criminales, sean iguales que hace cincuenta años atrás?
Entonces nos podemos dejar un legado de diarrea, de mierda estancada como si se tratase de la boca enorme de un mundo concebido por el culo, el fluido urinario de un sistema podrido por la estupidez, el formateo actual, y la globalización, una masa mutiladora de vergas gigantes que representan toda la sangre, toda la suciedad, la basura, de lo que hoy llamamos existencia.
La vida está hecha para disfrutar hasta el último momento, no para ser un imbécil del montón.

20080708

Banderas rosas, pequeños burgueses



(Parte 2)



Abro la heladera y solo hay cerveza, un poco de fiambre que quedo de ayer, agua con espuma, manteca, un pedazo de queso y algún que otro tomate, o una hierba, da igual. La caja de cigarrillos vacía. Nada que fumar por ese lado, ni por ningún otro todavía.. Tengo que aclarar las mentes cada tanto, poner los cabales en su lugar y progresar en la constante lucha.
Cada segundo, cada minuto perdido en pensamientos ordinarios, que serían insignificantes crímenes cometidos a las victima del dogma, del reglario (una especie de mandamiento) estúpido de la nueva era. Cuando no entiendo, el domingo pega duro. Y ni un policía motorizado puede llegarte a salvar de esa.
La TV es una tremenda basura. Digo, ahora y siempre lo fue, recuerdo ser muy chico apenas unos 13 años, sin demasiadas perspectivas de lo que pasaba en este albergue. En aquellos tiempos la lucha era similar, algunos de calidades soviéticas defendían el enorme caos militar, el caos social, y el cultural inclusive. En aquel entonces, a muchos no nos importaba demasiado lo que se cocinaba detrás de la mirada comunarda
Ardían los deseos de liberación, y por eso comenzaba la tras batalla de comprender a Ernesto, que había hecho, porque lo había hecho, y cuanto podía yo llegar.
Me di cuenta que la realidad me desbordaba. El mundo parecía un lugar excelente para un joven adolescente, alejado de la vida misma, crecido detrás de ramas hermosas cuyas gotas cristalinas (perdidas de somnolencia), despertaban el buen café con leche de cada invierno.
¡Que maravillosos paisajes lo que tiempo atrás jugaba inocentemente en la “montañita” de aquel buen licántropo de amigo, un hombre fenomenal, pero que extraño era vivir antes!
Si, era una ciudad fantástica, pero muerta con toda la energía posible. Quizá todos nos aburguesamos con el tiempo, quizá la gran mayoría intento filosofar y despedazar el poder, pero hoy en día, cada viaje, es un retorno, a las épocas que más he dormido, pero que a la vez mucho más necesite vivir para comprender lo que la burda existencia, de un conglomerado asalariado por mi ignorancia me llevaba a estropearme de rencor.
Rencor a no haber comprendido, el caudal del momento. Rencor a haberme doblegado, de no haberme preocupado por mi mismo, o por hacer algo, detestar a alguien aunque sea de mentiras, y de dejar de coronarme como una especie de personaje que no atrae nada bueno.

No había nada en la heladera ni en ningún lugar de toda la especie. De fondo sonaban The Stooges y su gran disco. Mi casa no era tan divertida como lo que ellos me estaban aconsejando actualmente.
El reloj se asemejaba a las 14:19 si mal no recuerdo, estaba un poco ofendido, de a ratos momentáneo, y cuando más energía tenia me sentía amable, pero hoy tengo que olvidarme de esa estupidez burguesa que perpetro, cada puto instante en que quiero ablandarme.
No es bueno ser blando, no en este momento. ¿Quién puede entonces hablar de banderas y signos libertarios, si el intelecto sentimental no es el adecuado?.....
Hay que tener huevos para llevar la bandera rosa, sin siquiera comprender los colores de las luchas sociales.
Muchos se adjudican millones de perfiles urbanos, anarquistas, agnósticos, gótico, hardcore, satánico, o radical inclusive. Pero ya no es cuestión de no pertenecer a ningún lado, en grupos ficticios de observaciones discriminadas sobre la marginalidad que ellos no parecen comprender, una y otra vez... no es que el mediocre se volvió intelectualoide, el abandonado burgués se hizo honesto y un genio, y que los negros son todos de piel.
Los brutos son de traje, de posición, pelados, quizás. Sacar la lengua no denota humildad, humilde es aquel que se descuartiza a cada paso, en la pirámide, en el escalafón del esclavismo, padeciendo hambre, aquel conocimiento aristotélico que nosotros nunca vamos a entender.
Quizá por dormirnos, en la parte más dura de la historia.
El cambio puede estar cerca, pero hoy en día llevar banderas es un complejo proceso de asociación ideológica.
Retomando banderas, el color rosa es poca cosa. Representa una ideología particular, una ideología burda, y desinteresada por la realidad.
Si bien, es una gran música para deleitar los oídos, es erróneo pensar que con escuchar un poco de post-punk situacionista, o sus derivados, se contribuye a la libertad ideológica, todo lo contrario es una monarquía.
Un simple pensamiento, de lo que la acción debería ser en un joven. Sinceramente, los libros se suplantaron por los culos plásticos, las ideologías por las galas mediáticas, y el pensamiento, la meditación, por una cancha llena de dólares, y figuras semi perplejas.
No es casualidad, que las cosas anden con caños en vez de promiscuidad.
Promiscuidad ante invadirnos de pensamientos subversivos, de necesidad, para levantarse, y dejar los rodillos, los palos de amasar, los garrotes, para los esclavos de sus actos maléficos. Actos incongruentes de desorden existencial y moral. Próceres de la mentira, de la religión, del engaño, mutilación, tortura, dolor, hambre, injusticia, caos, desabastecimiento intelectual, manipulación, represión, dogmatismo... muchas otras variantes...

El celular acababa de sonar. Al final la junta se cancelo, y las pastillas fuertes están sobre la mesa, dispuestas a destruir todo sin importar los medios. Ya no hay paciencia, hay miedo, que sucumbe a las sociedades en una explicación inmunda del totalitarismo.
Son las 14:47 y no pude prender la tuca siquiera. Mi impaciencia por saber a que hora jugaremos al fútbol (si sí, para despejar la mente), impide que me relaje completamente y juegue a conquistar el mundo, con unidades psíquicas, matones musculosos, naves voladoras (OVNIS exactamente), viruses y otras fantasías reales de esos grandes juegos estratégicos-imperialistas.
Si claro, la cultura imperialista nos abastece los deseos de luchar constantemente. Una vez que se es conciente de lo que el poder representa, es más fácil educarnos el futuro incierto, el pasado en metamorfosis, y al existencia friccionaría como un dedo meñique en los pastizales de la lucha constante, del progresismo revolucionario.
La bandera rosa es claramente una muestra de “Quiero hacer algo, pero no se que, y tengo temor de ellos, por lo tanto voy a sentarme a pensar como actuar.”.
Esta sentencia pensadora, tiene dos errores conceptuales.
Temor, claro que esta sensacional tener temor, al fin de cuentas, es él quien hace mover todo dentro de uno, de sacar la energía mas fuerte para golpear conjuntamente. Sin este, nadie nunca conocería la valentía... y creo yo que siendo un tremendo cagonaso, puedo atreverme a sentirme como un valiente también. ¿Y porque no, creerme que puedo ser el caballero andante, valiente, dispuesto a caer en las garras de una joven activa, de color rojizo, naranja, o como más le guste a ella?
Sino... todo lo anterior no tiene sentido, hay que tener miedo.
Miedo de saber que lo que se nos viene encima, es más que un meteorito, es una carga dolorosa de llevar, pero no importa.... ya la sangre esta derramada, lamentablemente y sin PRE consenso democrático, nuestros cheques fueron cobrados antes de vencerse.
Quizá tendremos la de perder, pero a diferencia de ellos, todavía conservamos los valores, y eso es lo más importante en un joven revolucionario. No ser subversivo al pedo, creerse oficialista de acuerdo al momento, y tampoco de hacerse el duro con todo y todos.
Sino ser libre, de saber cuando golpear, con conciencia de lo que sucede, miradas objetivas y por sobre todo no creerle a ningún organismo traidor de izquierda, a ningún dirigente con ánimos de aplastarnos, ni mucho menos al periódico, o la televisión, indicando este último como culto a la decadencia de un imperio artístico, cultural que tantos años nos costo crear...
Todo para que después ellos quemen el duro trabajo de entender el mundo a través de la historia, con sus estúpidas presentaciones en público, revindicando el teatro como su transporte aristocrático, y la ineficacia de su existencia, creadores de vidas alternas detrás de esa estúpida, imberbe, pestilente, amorfa, descorcha cerebros, hoguera, guillotina, escarmiento mongol, que llaman televisión.
De cualquier manera, la bandera rosa es el primer paso, el que abre las puertas a destruir evangelizadores, a destituir las mentiras cotidianas. Pero no debería transformarse en la incredulidad, en el engaño de la descomposición ideológica, la vida está afuera, la música nos acompaña, pero el trabajo es nuestro.
Y así como no existiría reflexión sin ella, tampoco podemos probar la ideología si primero no pasamos por la música.
Pero no confundamos, primero banderas rosas para destapar los oídos burgueses, después banderas rojas, para incomodar a los burgueses.



Carlos Fuentealba, presente. (1966- 5 abril, 2007¿?)

20080630

Banderas rosas, pequeños burgueses



(Parte 1)

Era inevitable pensar en decadencia. Habíamos sido víctimas de muchísimas incongruencias sin siquiera ser escuchados, por cuestiones de espacio ínfimas pero ciertas, y quizá eso era lo más doloroso de todo el trayecto semi angelical.

Francisco y compañía sonaban de fondo. Sentía mis momentos de reflexión más cercanos, puesto que ya había vivido toda la parte más compleja en este monumento al destierro psicológico, a la marginalidad por parte de la ignorancia, y otro abanico de boludeces de ese tipo.
La noche del viernes había sido catastrófica. Cuervos sin cueva, lagartijas y sabandijas que no aportaban a las ganas de crear momentos cristalinos como tiempo atrás lo habíamos hecho nosotros, como un grupo. En aquel entonces no teníamos diferencias sociales que nos llevara a descongruir todos los lapsos espaciales. Pocos nos decepcionamos al saber que nuestra funcionalidad ya no era la misma, que el mecanismo del engranaje de la amistad se estaba evaporando como si fuera una especie de hechizo mal casteado.
De a ratos me sentía drogado, enojado con la situación, ebrio, melancólico y hasta impotente por no querer evidenciar que los cambios se acontecían, y a veces uno debe aceptar lo que descaradamente sucederá, por más que los libros de teología digan lo contrario, y las teorías samuráis sobre el destino nos den otro peldañito para aferrararnos antes de caer al vacío de no tener ganas de ver con claridad.
Justo en ese momento y con explosiones en el cielo, Francisco y compañía me recordaban esta teoría como una especie de proyector de cine.
Las amistades y las relaciones se basan en una funcionalidad óptima de tamaños inconsiderados. Cuesta creer en la posibilidad de ser maquinas autómatas, cerberos jadeantes o chuletas de cerdo a la riojana a caballo cuando nos sentimos inútiles ante los hechos.

Un proyector de cine, como su nombre lo índica, consiste básicamente en mostrar una seríe de fotogramas, proyectados a una determinada velocidad (generalmente eran 24 fotogramas por segundo, según mis memorias de estudiante cinematográfico), y con toda una tramoya del estilo físico, químico.
Primero claro tenemos la funcionalidad de una cámara de cine, sea analógica o digital, en la que ahí si, la luz se descompone en tres colores por medio de un prisma, o un chip electrónico de carga acoplada, después están el iris, los diafragmas, los haluros de plata en la película (cuya sensibilidad se mide en ASAS), y bueno el clásico proceso. A veces siento que fui entrenado como un soldado de Irak.
Nunca pude comprender, porque resulta tan difícil filmar, ni cual es el sendero que debería seguir el arte del cine, y sobre todo porque siempre es más importante la técnica sobre el contenido.....
De alguna manera, era una especie de androide-soldado preparado para filmar todo aquello que mi conciencia perjudicara, y así filmaría historias estúpidas, de jóvenes que se encuentran en la plaza fumando marihuana y encuentran sombras, o de mujeres histéricas que tienen sexo con gente en consultorios, o de cuan surrealista puede ser un codicioso y engreído estudiante cinematográfico. Lo extraño será cuando ponga mi cámara en plaza General Las Heras, y preparando a los actores, pasar por alto la constante, desgarradora imagen de ver que mientras reímos y hablamos de David Lynch, un niño de apenas cuatro años entre sus dientitos, y sus manos de obrero, me pregunte: “¿Qué es eso?”, y yo señalando la gran cámara Mini-Dv de 3 CCD que descompone los colores para obtener mejor calidad (¿?), decirle......: “Esto.... bueno esto es un juguete para mostrar la imagen del mundo que yo quiera.”, él quizá con sus ojos mundanos me mirara a los ojos, y se dará cuenta que si no fuese por él yo hoy no estaría sentado en la silla, y estaría exprimiéndome las pelotas, con tinte azul por cierto, vestido al estilo belgranense, y consumiendo 45 películas semanales para no poder comprender que la técnica es espontánea, que el cine y el arte también lo son, pero la revolución no.

A veces quiero ser una pluma. Quiero ser inocente y permitirme ver la vida sin ojos críticos, simplemente dejarme llevar hasta donde el viento del progreso me empuje, y al menos llegar a la mano de una colorada, que enamorada de mi mismo se haga cosquillas en el pie, en el cuello o mientras abre sus piernas en flor, un domingo a la noche sola, sin ningún embarcadero a la vista.
Sí, a veces me encantaría ser una pluma. Pero para ser una pluma hay que morir primero, hay que coser las rodillas (que tanto nos duelen ya), ponerse unas gasas y parar esa constante hemorragia imperialista que nos oprime desde que tengo memoria visual. El cambio nunca es evidente. El cambio es un galimatías, es un desmadre en mexicano, pero es necesario.
La actitud del bohemio, del anti todo, del anti tribu, del drogon, narco epiléptico, es vivir rodeado de cambios. Dejar de pensar como vivir, y salir a patearle el culo a la vida, demostrando que la bandera de la ideología revolucionaria siempre será mas fuerte, y que el rojo es nuestro color favorito, por la sangre del oprimido, por las costillas rotas de los jóvenes y niños que les importa un reverendo carajo el peronismo, y que ellos nada tienen que pagar por las aberraciones constitucionales y sindicales de los dirigentes actuales. Que ninguno de ellos pidió ser obrero antes de tiempo, que ninguno de ellos (teñidisimos de rojo) conoce el materialismo clasista, y que tampoco le interesa formar parte de los restos consumidos de una argentina anti ideológica, disputada, cizañada por el afán del lucro. Quien más general es, más peronista se siente.

Me fui al carajo, retomando decía que las amistades son como un proyector de cine.
La película puede tener diferentes sensibilidades. Los amigos también. Cojerte a su hermana, su mejor amiga, o la ex novia, son películas quizá demasiado sensibles para proyectar, y corren riesgo de sobre revelarse (dejando nuestro negativo en blanco) o humildemente recibir un buen puñetazo en la jeta, y una tremenda patada en la verga, hundiendo nuestros generales miñón hasta el monte olimpo del dolor humano.
De cualquier manera, siempre es tantear el territorio, después proyectamos. O quizá no, mejor será hablar, levantar la voz, y exigir que la gente conozca las cosas como deben ser, que las amistades o las películas de cine se den a conocer lo más duro posible, que parte de ser amistades autómatas, hay que saber enfrentar los dichosos cambios, y que si nos toca el bolsillo pequeño burgués y las ideologías se funden en negro, es tiempo de seguir adelante.... no de recortar gente como si fuesen muñecos de papel para después quemarlos, catalogarlos y decir: “Ahhh bueno es solo una etapa rebelde”, ¡No claro que no!

Las etapas rebeldes surgen alrededor de los 15 años. Las etapas revolucionarias, subversivas comienzan cuando el entorno te facilita progresar, y cuando si los desafíos (los verdaderos) no se presentan, aprobar un parcial se consigue con comerse libros, o dar una clase sobre filosofía existencialista es hacer cuatro preguntas. Ver una película pochoclera, tomar una cerveza sin ebriedad, escuchar Hip Hop o Punk-rock, son partes de las etapas semi rebeldes.
Estas también se denominan, semi imbéciles, semi nefastas, semi estúpidas o etapas burguesas.
Los Koalas son fascinantes. Rompen con la ideología de la tradición, consiguen lo más extraño que tiene la tierra, el misterio del eucalipto.
Un joven estudiante debería romper también con la ideología de la tradición, y saber que K es mala palabra, que los pingüinos, los pacos verdes y los sindicalistas son malas palabras, son santuarios profanados por la basura, por la pestilencia, por el favorismo y la ignorancia de vivir de rodillas.
Quizá las películas sensibles, se dañan de manera tajante por demostrarle al otro, que quizá su lugar este equivocado y que eso no es motivo para seguir equivocado, y que además equivocarse es el mejor paso a la espiritualidad. Que su lugar, no debe conservarlo, ni sentirse amorfo, que nada es motivo de genialidad, sino abrir sus plumas, sus vientres al constante cambio, del fervor rojo revolucionario y la Pluma que todo arrasa, hasta inclusive los devastadores murales de Diego Rivera.
Ser subversivo es quizá el camino más rápido de tener sexo. De fumarse un porro, de destapar una buena cerveza bien fría, o del cigarrillo mejor armado, pero ser subversivo es además sentirse vivo, y que en realidad nunca nos educaron, que el colegio primario y secundario fueron cámaras criogénicas y que recién ahora nos despertamos de aquel sueño (pesadilla), ahora es tiempo de educarse. Y si no me creen pueden preguntarle a Jim Morrison, o a Carlos, que una vez cada tanto viene a recordarme que todavía debo seguir quebrándola en el sofá cama de casa color verde, tirando cenizas y fumándome un pucho por el lado contrario al filtro.